¡Vaya tela!

vaya_tela.jpgVaya tela. El Cádiz juega el partido más importante del último mes, con la obligación de ganar (además por más de un gol) para distanciarse del San Roque Lepe y pierde. El equipo tuvo el dominio del centro del campo en el primer tiempo, pero no le valió de nada. En el segundo, fue a por todas, tal vez demasiado acelerado y se chocó con un gran Pau. No dosificó esfuerzos y llegó al tramo final muerto. Eso, unido a las pérdidas de tiempo del rival, acabó con el partido. Ninguno de los cuatro jugadores de ataque que alineó Jose González desde el inicio estuvo bien. Ni Carlos Caballero, ni Enrique, ni Juanse, ni Pachón. Ninguno estuvo resolutivo, ni participativo. Si ninguno de los cuatro de adelante rinde, el partido se pone muy cuesta arriba. Tampoco los recambios jugaron al nivel esperado. El Cádiz, en el aspecto ofensivo, fue un auténtico caos.Carlos Caballero estuvo muy fallón en el último pase. Frío, poco participativo, el madrileño no ayudó en la transición de balón. Se le pudo ver lento, empeñado además en hacer difícil lo fácil. Su bagaje en el partido fueron un par de paredes con Enrique que salieron bien, un buen pase en profundidad al extremeño y un tiro desde la frontal que blocó sin dificultad Pau. Es un futbolista muy importante y, cuando falla, el equipo lo nota. Enrique, que había sido el encargado de “tirar del carro” en las últimas fechas no dio su mejor versión. Más bien, el aficionado que fue a Carranza pudo ver la cara B del extremeño. Aquella en la que está más pendiente de protestar que de jugar. Aquella en la que está más tiempo en el suelo, que de pie. Fue, sin duda, el más participativo de los cuatro de ataque, pero su actuación fue muy poco lucida. Llegó a encarar a Pau en el primer tiempo, pero el cancerbero pudo arrebatarle el balón antes de que pudiera ensayar el tiro. En el segundo, centró más al área. Se le pudo ver en el extremo zurdo en el comienzo del encuentro. Después, se desplazó hasta el centro, llegando a ser por momentos la referencia ofensiva del equipo. En el segundo tiempo, jugó en la derecha. Fue amonestado por el colegiado y se perderá el partido de la próxima jornada contra el Écija. El de esta jornada fue, sin duda, el peor partido de Juanse Pegalajar desde que se produjo su debut con el primer equipo cadista. El jiennense no aportó prácticamente nada. Empeñado en hacer la guerra por su cuenta, pocas veces salió airoso de sus envites con la zaga onubense. Se mostró poco participativo y adoleció del descaro del que hizo gala en ocasiones anteriores. Jose González, buscando una reacción, lo quitó en el descanso.Para Pachón tampoco fue un buen partido. Todo lo contrario. El madrileño se mostró voluntarioso, lo intentó, pero poco le salió bien. Mejor jugó lejos del área, donde no es peligroso. En el área se mostró prácticamente inofensivo. Dos tiros en el segundo tiempo: un cabezazo y otro a la media vuelta, es el resumen ofensivo de Pachón. Falló una clara ocasión casi a puerta vacía, enviando el balón por encima del larguero tras un centro de López Silva. Cuando intentó encarar, perdió la pelota con facilidad. Cuando recibía cerca de la frontal, caía intentando hacer que el colegiado picara. Como Enrique, cayó en la desesperación de estar más en el suelo (prácticamente sin que nada le hubieran hecho) que tratando de jugar. Llegó a organizar algún contragolpe, pero estuvo muy lento. En definitiva, mal partido del nueve amarillo.

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 Moke lo único salvable delonce titular.

Los cambios tampoco mejoraron el panorama. López Silva entró antes de que se reanudara el juego. El onubense, que jugó su último encuentro contra el Poli Ejido en Carranza hace dos jornadas, se mostró, en un primer momento, muy participativo. Rápido, incisivo, centrando… Hizo atisbar que la remontada podía ser factible. Protagonizó junto a Raúl López jugadas muy interesantes por la banda izquierda. Con el paso de los minutos, se contagió de la situación y dejó de rendir como al principio. No llegó a estar mal del todo, pero hace falta que sea un poco más constante.Antonio Moreno no ayudó. Se estorbó con Pachón en ataque. Fue el ejemplo perfecto de jugar con más corazón que cabeza. Lo intentaba, haciendo alarde de fuerza física, pero era incapaz de superar a la defensa del San Roque Lepe. Un partido calamitoso. Para colmo de males, Moke, que estaba sosteniendo al equipo en el medio campo, tuvo que irse lesionado en el segundo tiempo. El congoleño cuajó un gran partido, generoso en el esfuerzo, rápido y limpio en el corte. Carranza así lo supo ver y lo recompensó con una ovación cuando tuvo que marcharse sustituido. Fue de los pocos que ante el San Roque Lepe mereció aplausos.

Autor:Belmonte

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