Muy bien Abraham. Muy mal Porató

El Cádiz gana y sale del cajón de la cola.Muy mal Porató en el primer tiempo. . Victoria importante para ganar en autoestima.Fotos: cadistasfinos.com

No les había ganado el Cádiz a los vecinos en el Carranza desde el retorno a Segunda. En Chapín ya se sabe que es otra cosa, pero hasta el momento las tres últimas visitas azulinas se habían saldado con 1 de 9 para los amarillos, o 7 de 9 para los azulinos, que lo mismo daba. La lógica indica que la racha estaba cerca de truncarse. La coincidencia generalizada era que un partido importantísimo, de los que probablemente iban a marcar tendencias en el futuro. Incluso más de algún medio, quizás para darle más caché le había calificado como “dramático”; “encuentro en plena crisis” o “el partido de las urgencias”. Y el partido empezó prometiendo… A los veinte minutos el Cádiz ya ganaba dos a cero. No es un crack, no es Fernando Hierro, pero… ¡qué pedazo de futbolista! Dos goles de Abraham Paz en el día en que por vez primera estrenaba el brazalete de capitán en el terreno de juego. Y es que en estos días se necesitan estos jugadores. De los que hablan en el campo. Por eso quizás extrañó la desaparición de un clásico, el capitán xerecista Vicente Moreno, uno de los damnificados de la primera convocatoria de Ñoño Méndez. Esa renta sin embargo no era lo mejor. Más lo era conocer que Stephen Porató no había parado un balón en veinte minutos, y mira que le habían probado. Una bicoca. Quedaba mucho pero el Cádiz se sentía superior y, cosas del destino, estaba si tenía pegada.

Yordi y Michel. Fueron de más a menos. Aún así todo el peligro azulino lo llevaron ellos.

No hacía falta ser entendido para conocer de la importancia que tenía que Koke Contreras llegara imbatido al descanso. Mereció marcar Michel en un gran tiro que repelió la madera. Era el madrileño pura dinamita. Con el viento a favor, cualquier falta amarilla era aprovechada por el Xerez para colgar balones al área. Fueron varios, y tanto Yordi, como el propio Michel, o el larguirucho, pero a la vez inseguro en defensa, Héctor Verdes mantenían la tensión en el graderío. Tanto llegó el cántaro a la puerta del Koke, que en jugada que se repitió varias veces, Samuel cuelga al interior del área. Tanto se envenena que casi se cuela. Contreras que debió echarla a corner la mete dentro y más dentro la mete Michel que pasaba por allí. Era lo que había que evitar y el Cádiz había perdido esta pequeña batalla. Quedaban 45 minutos. Estaba prohibido cometer errores. En el segundo tiempo el Cádiz jugaba a favor de marcador y de viento. Supo hacerlo. Ayudó mucho Antonio Calderón con los cambios. La presión en banda había dejado exhaustos a Gustavo López y Enrique. Fueron los primeros en ducharse. Nano Macedo ocupó la banda del argentino mientras que Matías Pavoni ocupó la mediapunta, pasando Lobos a la derecha. Fueron del Cádiz las mejores ocasiones de este periodo. En especial dos grandes paradas de Porató (quizás demasiado tarde) que solo sirvió para alargar el sufrimiento hasta el 95. Pese a que la sombra de Elche y de Alberto era alargada, esta vez no nos fue esquiva.