El Melilla pierde a Chota y levanta «sospechas»

UD_Melilla.gifDesestimado. Queda sólo «la cautelar» como recurso.En Segunda B no hay Comité de Competición. Dicha función la ejecuta el llamado «Juez único». De eso los cadistas saben bastante después de nueve años largos en una liga en la que tan es fácil caer pero tan difícil salir.De vez en cuando nos llegan noticias de la categoría de bronce que hacen recordar un pasado de color amarillo muy oscuro, en las que el «Juez único» te daba la razón y otras veces, las más, te las quitaba. En el mayor número de casos ocurría en la práctica que casi era cosa juzgada lo dispuesto por el árbitro en el acta.Así ha ocurrido esta semana con la U.D.Melilla. Los melillenses, reforzados en enero con el excadista Sergio Iglesias, empataron esta semana en el Alvarez Claros frente a los pacenses del Cerro Reyes. Igualada a cero, con el añadido de que al finalizar el partido una tangana acabó con la expulsión del máximo goleador local, Mustafa Abdeselam Mohand, conocido deportivamente por Chota. Por el otro «bando» fue el argentino Rezzonico el interviniente.

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Sergio Iglesias, en el centro de azul, en el partidoque acabó con la tangana y la ¿agresión? de ChotaFoto: Infomelilla.com

Enrique Jesús Figueroa Vázquez, filiación del colegiado certificó en el acta que Chota propinó dos puñetazos al jugador del Cerro de los Reyes a instancias de uno de sus auxiliares, su hermano Jorge. Hasta aquí todo “normal”, dentro del fragor de la pelea que supone un partido de segunda B, y más entre dos conjuntos que luchan por eludir el descenso. Tampoco extraña que el lunes el Melilla hiciera pública «no se aprecia ninguna acción en la que Chota agreda al visitante Rezzónico». En el peor de los casos, por intentarlo no ha de quedar.Lo que si ha llamado la atención sin duda es la redacción de la resolución del juez único que desestima el recurso y sanciona con cuatro partidos a Chota. Para “Competición”, y tras tras analizar la prueba videográfica se llega a la conclusión que las imágenes del partido ´´no permiten desvirtuar el relato arbitral, al no observarse con claridad y detalle la acción objetiva de expulsión, pues sorprendentemente, en el momento que acontece la misma, las imágenes pierden nitidez y se tornan borrosas, siendo imposible determinar lo realmente acontecido´´. Ese “sorprendentemente” deja entrever la duda sobre una presunta manipulación en el video presentado. De todas formas, y la segunda B es así, como de esta forma recoge la misma resolución ´´puesto que en todo caso debe prevalecer la presunción de veracidad iurus-tantum del contenido del acta arbitral, de la que se deduce que Chota agredió a un jugador contrario´´.

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