La asignación de las plazas libres en Segunda B, en el punto de mira
El Cádiz conocerá el lunes a sus próximos rivales. Será cuando se acaben las especulaciones sobre la posible conformación de los grupos y se sepa quiénes acabarán en el Grupo IV. Una vez se acabe la incertidumbre sobre qué equipos adquirirán las plazas de los descendidos por impagos (en estos momentos, Badajoz, Ceuta, Denia, Palencia y Puertollano) se anunciarán, desde la sede de la RFEF, los cuatro grupos de Segunda B para el próximo curso. Precisamente, el sistema elaborado por la RFEF para adquirir las plazas libres en la categoría de bronce ha levantado muchas ampollas. El órgano gestor del fútbol español hizo saber que, para hacerse con una de las plazas libres, los clubes debían hacer frente a una cantidad de ciento noventa mil euros. Además de esta cantidad económica, los clubes interesados deberían presentar un aval, similar al que han tenido que hacer frente clubes como el Cádiz esta semana. Una última exigencia que ha provocado que el Villarrobledo, que de acuerdo con el reglamento tenía preferencia para adquirir la plaza del Puertollano (pues ambos estaban adscritos a la misma Federación Autonómica) se haya retirado de la puja por la plaza en Segunda B. El Villarrobledo tenía preparados los ciento noventa mil euros, pero le ha sido imposible reunir el dinero exigido para el aval. Los grandes beneficiados por esta última exigencia económica de la RFEF son los filiales, que cuentan con mayor solvencia económica para hacer frente a la compra de la plaza y al pago del aval. Entre los equipos interesados en adquirir una de las cinco plazas de bronce que se han quedado libres, figuran filiales como el Celta B, Espanyol B, Levante B o Racing B. También aparece el Real Madrid C. De hecho, el segundo filial madridista podría haber comprado ya la plaza en la división de bronce. Llamativo será su caso, pues acabará compitiendo en Segunda B después de haberse quedado a las puertas del ascenso (no pudo en la tercera eliminatoria contra el Binissalem) También, porque posibilitará que el equipo blanco esté presente en las tres categorías del fútbol nacional. Una circunstancia que ya se produjo de la temporada 1993-1994 a la 1996-1997. No menos llamativo será el caso del Celta B, siempre que el filial celtiña acabe adquiriendo una de las plazas en juego. El cuadro gallego podría regresar a Segunda B a golpe de talonario, tras haber sido el colista del Grupo I. Un Celta B que ha cuajado una decepcionante temporada 2011-2012, tras sumar treinta y ocho puntos. 
