Oliverio Álvarez: Eternamente en el filo de la navaja.

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Oliverio Alvarez: La soledad del entrenador una asignatura que le ha venido en el 1ª cuatrimestre. Ojalá la apruebe en Junio. 

De antemano, creo que el responsable principal de la situación que vive este Cádiz es su entrenador, Oliverio Álvarez (no confundir con el exjugador cadista Oli) a quien el cargo de primer técnico de un equipo de máximas aspiraciones en Segunda División le ha venido grande. Creo que su actitud tras el empate ante el Real Murcia y sus constantes desaciertos en medidas puntuales le han costado varios de los puntos de los que ahora carece el Cádiz.También le reprocho haber malgastado una pretemporada en crear un sistema que cuando se cayó una pieza se volvió inservible y haberse dejado llevar por el amiguismo para contratar a un segundo entrenador que no iba a aportarle absolutamente nada. La incapacidad del equipo en el juego a balón parado, a favor y en contra, también las considero totalmente achacables a su persona.

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 Si se confiaba en su proyecto, si se respetaba su ambición y se le creía la persona más adecuada, todo eso no puede cambiar en tres meses.

Dicho esto, creo que la situación a la que se está sometiendo el trabajo de Oliverio es de lo más perjudicial para el equipo y la institución. Tener siempre la cabeza dispuesta para que caiga la guillotina, vivir eternamente en el filo de la navaja, sentirse inseguro con cada decisión, con cada partido creo que son circunstancias que dificultan sobre manera su trabajo.A Oliverio Álvarez habría que haberle destituido tras el partido ante el Castellón. Después de tocar fondo con tres derrotas consecutivas, dando una imagen deplorable y con el entrenador presa de los nervios, la decisión de la Comisión Directiva debería haber sido la destitución fulminante. Pero no fue así, y se le ratificó.Casualmente, como en el Cádiz gusta tanto jugar con toda la baraja, mientras que se le ratificaba, se filtraban nombres de posibles entrenadores, se veían distintas posibilidades y se mantenían reuniones a diferentes niveles. Pero públicamente se decía que el mister era el adecuado.Hoy, tras la derrota en Albacete y la mala imagen ante el Numancia, nadie de la Directiva se atreve a salir públicamente defendiendo a Oliverio Álvarez. Es preferible dejarlo en una situación de precariedad esperando a que la bronca sea lo suficientemente fuerte para que no se pueda aguantar y se adopte la medida populista de turno. No estoy de acuerdo.Lo que debería hacer D. Antonio Muñoz es dar una rueda de prensa y decir a los cuatro vientos “Oliverio Álvarez va a ser el entrenador del Cádiz hasta que acabe la temporada, pase lo que pase”. Si se confiaba en su proyecto, si se respetaba su ambición y se le creía la persona más adecuada, todo eso no puede cambiar en tres meses. ¿Por qué no se toma esa determinación? Porque sería demasiado valiente y pondría a los pies de los caballos al presi a quien se volverían las miradas que hoy se dividen entre jugadores y cuerpo técnico. Por eso es preferible dejar en barbecho a Oliverio y jugar a todas las cartas. Si sale bien, ya lo decíamos nosotros. Si sale mal, y la gente grita demasiado se le destituye porque el presi se ha hecho eco de la opinión de la afición, siempre sabia.Mientras Oliverio Álvarez y, sobre todo, sus jugadores, viven sin saber quién les entrenará este lunes o el próximo y con la peculiaridad de que si ganan este sábado y el próximo domingo se pueden meter en la zona noble de la clasificación. No en vano, el año que ascendimos sólo llevábamos un punto más a estas alturas. Pero aquel era otro Cádiz, con otro entrenador y otras aspiraciones.

Autor:JG del Valle

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