Ewerthon: Huele el gol

Ewerthon. Hambre de gol

Henrique EWERTHON de Souza (Sao Paulo, Brasil, 1981) Los cadistas lo recordarán bien. Fue el autor del segundo gol de su equipo, el Real Zaragoza. Todo un golazo. Todo un obús que se coló como tal en la portería de fondo norte. Un gol que desnivelaba la balanza que sólo un par de minutos antes había equilibrado su compañero Cani con una gran jugada y mejor finalización. De nada servía el uno a cero que Enrique le había metido a César. Pese a no venir precedido de fama de goleador consumado, su idilio con las redes contrarias no es nuevo para el brasileño. El Real Betis pensó en ficharlo en 2001, pero en aquellas fechas Ewerthon prefirió vestirse de amarillo, los colores del Borrusia de Dortmund. Fue llegar y triunfar. Un gol suyo significaba el 2-1 frente al Werder Bremen, y le daba la Bundesliga 2001-2002 a los de Dortmund. Después estuvo dos temporadas más rindiendo a un buen nivel. En la 2002-2003 le sacó los colores a Roberto Carlos en encuentro de Champions en el Bernabéu. Este verano pensó que había cumplido un ciclo y quiso probar suerte en España, donde tantos compatriotas suyos han triunfado. El gol, como no el gol, nunca lo abandonó. Tampoco en España. En su primer partido como jugador maño en La Romareda, los aficionados blanquillos ya lo vieron celebrar un gol. Fue al Valencia y a Cañizares. Víctor Muñoz, el entrenador que lo trajo, lo probó al comienzo pegado en banda derecha. Allí no era nadie. Ewerthon se quejó. No olía puerta. Para recuperar su olfato necesitaba vivir más cerca del arco rival. También muy cerca, pero esta vez de Cádiz, en Jerez, Víctor lo volvía a poner de segunda punta. El carioca se lo premió con un gol. Tres días después, y ya en Carranza, de nuevo formó dupla atacante con Diego Milito. ¿Quién no recuerda aquel 1-2?. Fue uno de los mejores goles que se han marcado este año en el estadio cadista. ¿Quién lo ha olvidado? Armando seguro que no.