El excadista Buades sabe que le espera sufrir hasta el final

Buades Vendrell, esteaño lo está pasando mal.

De los últimos clasificados destaca sobremanera el lugar que ocupa el Nástic. Los de Tarragona descendieron en junio del año pasado a Segunda acompañando a la Real Sociedad y al Real Club Celta de Vigo. De los tres clubes es el que más le ha costado, la situación ya tiene difícil reversión de aquí a final de liga, la adaptación a una categoría que suele indigestarse a los recién descendidos.Si contamos los últimos cinco encuentros disputados, el equipo que actualmente entrena el valenciano César Ferrando sólo ha vencido en uno de sus últimos cinco encuentros (precisamente a la UD Las Palmas, rival directo). Sin embargo, la situación no ha pasado del empate ante enemigos que estarán peleando por eludir el descenso hasta junio. Son los casos de Poli Ejido o Xerez. Incluso, tampoco pudieron pasar de lograr la X en la visita a Albacete, otro de los rivales “directos”.

Referente válido en el Nástic sin duda es el excadista Buades Vendrell. El de Benimodo, que ascendió con los granas en la 05-06, es un buen conocedor de la categoría. Pese a todo, su rendimiento tampoco está dando el nivel esperado de un jugador que ha dado en el club catalán sus mejores tardes. Tras el empate en Albacete el jugador se ha sincerado y ha reconocido la situación que viven «Estamos en una situación muy complicada y por eso existe miedo a perder. Esto hace que no nos decidamos a buscar la portería rival».

Para Abel es la presión que existe la que el equipo no vea puerta. «Hay mucha gente joven en el equipo y se acerca el final de temporada. Quieras o no vas un poco más apretado y el miedo te hace arriesgar menos por la falta de confianza». Los de César Ferrando se salvan por el momento del descenso gracias al gol-average con el Racing y la sensación en el entorno del club es idéntica a la que con sinceridad expone Buades: «Somos conscientes que en la situación que estamos tendría que haber un giro muy radical para no sufrir hasta el final. Ojalá nos sobraran tres o cuatro jornadas»