Alarma roja en el RCD Mallorca y CD Mirandés

El RCD Mallorca, un histórico de 1º a 5 puntos de salvarse de caer a 2B

El descenso a 2B empieza a clarificarse

El primero de abril ha encendido todas las alarmas en el RCD Mallorca y el CD Mirandés. Los bermellones cayeron el viernes en Alcorcón y los burgaleses el sábado en Valencia. Pese a que faltan diez jornadas, treinta puntos en juego, el pavor al descenso a segunda B es ya una realidad para ambas escuadras, pues van a acabar la jornada, como mínimo, a una distancia considerable de la salvación.

El RCD Mallorca de Olaizola, con 31 puntos, iniciará el domingo a CINCO puntos de salvarse. Incluso pueden ser más. Situación aterradora para un histórico que incluso con Olaizola ha empeorado los números de su antecesor, Fernando Vázquez. Los de Son Moix necesitan dar pasos de tres y sólo cuentan con seis triunfos en treinta y dos jornadas. El calendario venidero les trae a Nástic, Real Zaragoza y Córdoba. En la penúltima jornada van a Miranda y cierran la liga regular recibiendo al Getafe que puede estar jugándose meterse en playoff. También se encontrarán el camino a Real Valladolid (playoff), Elche, Numancia y Almería (descenso).

El CD Mirandés, a 7 puntos de salvarse. Y quedan 30.

El CD Mirandés de Pablo Alfaro, con 29 puntos, se ha levantado este domingo a SIETE puntos de evitar el pozo. Cesado Javi Alvarez de los Mozos, el medico aragonés, ex jugador del Sevilla FC, tiene un reto casi imposible por delante. Sus ganas de engancharse a la rueda de los entrenadores de LFP le hicieron afrontar el envite y pese a dar buena imagen, la dinámica perdedora parece acompañarles. Por delante, les queda un calendario ni fácil ni difícil. Reciben en siete días al Alcorcón (descenso) y luego viajan a Tarragona (descenso). Real Zaragoza, Córdoba, Sevilla At, Almería, Real Mallorca, Real Valladolid, para cerrar la liga en Soria.

Como dato anecdótico, ninguno de los conjuntos deberá enfrentarse al Cádiz CF, estando los amarillos ajenos al devenir, al menos directamente, de lo que suceda con el posible, y ya cada vez más real, descenso a Segunda B de mallorquinistas y mirandesistas.

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