Julio Puig quiere sacarse su espinita clavada.
Julio Puig era una de las perlas de la cantera del Cádiz Club de Fútbol. Formaba tándem en el centro de la defensa del Cádiz B con el bético Juanito. De hecho, un golazo suyo jugando con el Cádiz B llegó incluso a luchar con Ronaldo por el premio al mejor gol de la jornada en el programa El Día Después del amigo Michael Robinson. (Puede verse aquí gracias a los amigos de eseracingoe.com )Aquella defensa cadista se desintegró y cada uno tomó un camino. Puig se fue al Atlético de Madrid donde militó dos temporadas en sus filiales mientras que su compañero Juanito fichó por el Real Betis en el que se mantiene aún. El éxito, por tanto, le estaba reservado a Juan y se le negó a Julio. Acabado su periplo en el club colchonero Puig jugó en el filial del Valladolid y en el Jerez de los Caballeros para, de nuevo a su tierra.Julio Puig volvió y Carlos Orúe, ese gran técnico, sacó lo mejor de Julio Puig en un año nefasto en lo económico pero maravilloso en lo deportivo. Julio Puig fue autor de uno de los tres goles que el Cádiz le hizo al Guadix en el que se consideraba el último partido de la historia amarilla. Armando, Sastre, Sambruno, Julio Puig y Raul López formaban la retaguardia del equipo menos goleado de aquella temporada en la Segunda B.Sin embargo, la vida de Julio Puig cambió el día que nadie lo esperaba. En el último partido de liga regular ante el Don Benito, con el Cádiz clasificado para la liguilla de ascenso y jugándose sólo el primer puesto, Julio Puig se lesionó. Aquel día el Cádiz comenzó a perder la liguilla de ascenso y Julio Puig perdió el tren para jugar en Segunda División.Tras el Cádiz, Julio ha jugado en la Gramanet y en el Cartagena y no ha podido salir del maldito pozo. Este año Julio es uno de los que pone la veteranía en el Racing Portuense. Y la pasada semana lo demostró. Cuando las cosas se pusieron mal ante el líder Cartagena, la figura de Puig se erigió en salvadora con dos testarazos, como lo había hecho Alberto Merino el miércoles en Copa del Rey.Julio Puig sigue esperanzado en la marcha de su Racing Portuense y en debutar, el año próximo, en la Segunda División. Entre tanto, el Valencia de Joaquín le permitirá soñar por un día con lo que podría haber sido si aquel día maldito ante el Don Benito no se hubiera lesionado.
