Con Puyol, de cabeza a la final


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LOGO_SUDAFRICA.jpgHolanda esperaba a España o Alemania para jugar la gran final del Mundial de Sudáfrica. Un Mundial disputado fuera del continente europeo que por vez primera tendría un campeón europeo. Un Mundial en el que Alemania podía regresar a una final tras la jugada en 2002 ante Brasil. Un Mundial en el que España podía hacer historia, con una fantástica generación que había colocado en el primer lugar del fútbol internacional a una selección que nunca había terminado de romper con su techo histórico de cuartos de final. Frente a frente estaban la actual campeona de Europa y la actual subcampeona, aunque ambos equipos no se parecían en nada a los que se disputaron el cetro continental hacía dos años en Viena. Alemania tenía la baja de su capitán Ballack y curiosamente gracias a esta sonada ausencia había logrado desplegar otro fútbol, más de toque, más elegante. España no contaba con jugadores clave como Senna o Cazorla, pero mantenía la esencia de aquel entonces. Por el juego desplegado en el Mundial y por historia, Alemania partía con una ligera ventaja, aunque se preveía que la semifinal iba a ser igualada.Era la primera vez que España jugaba una semifinal de un Mundial y para este histórico encuentro Vicente del Bosque alineó a Iker Casillas bajo palos, línea de cuatro defensas integrada por Sergio Ramos, Piqué, Puyol y Joan Capdevila; Xabi Alonso, Sergio Busquets y Xavi Hernández en el centro del campo; Iniesta y Pedro por las bandas y como único punta David Villa. Sorprendía aunque no tanto a tenor del nivel que mostró en el torneo- la ausencia de Fernando Torres, que le cedió su puesto en el once titular al canario Pedro. España quiso tener la pelota de inicio, jugando al toque, con tranquilidad y disfrutando de posesiones largas de balón. Muy bien en estos primeros minutos de juego Piqué, que cambiaba de vez en cuando la monotonía de pases cortos de España con algún pase largo orientado a la banda. Alemania, por su parte, esperaba replegada, con las líneas muy juntas y sin presionar la salida del balón de su rival. A los cinco minutos de juego saltó un espontáneo al terreno de juego, pero fue rápidamente reducido por la seguridad del estadio. Gran inicio de EspañaA nivel ofensivo destacaba en España la novedad, Pedro, que tenía una gran movilidad, jugando de banda a banda con plena libertad. Suyo fue el pase de la primera ocasión del partido, cuando metió un balón en profundidad buscando la espalda de Mertesacker para que rematara Villa. El Guaje llegó a tocar el balón, pero no pudo superar en la salida al cancerbero alemán Neuer. Parecía que España había superado a Alemania en el inicio: tenía más la posesión e intentaba arrinconar al equipo teutón, que era incapaz de hilar dos pases seguidos. Inquietaba más España, que en una bonita jugada de estrategia pudo marcar. Sacó el saque de esquina en corto Xavi buscando a Iniesta. El manchego se la devolvió al cerebro del equipo y este abrió para Xabi Alonso, que se la devolvió al catalán. Totalmente solo, Xavi centró al corazón del área, donde Puyol remató por encima del larguero. Dos buenas ocasiones de gol en poco más de diez minutos.Tras esta ocasión para España el equipo alemán se desperezó e intentó entrar más en contacto con la pelota. Dispuso de dos saques de esquina consecutivos en los que buscó encerrar a España en su área gracias a su poderío físico. Fue un espejismo, una demostración del gen ganador alemán: España tenía plenamente controlado el partido y recuperaba con facilidad la posesión de la bola cada vez que Alemania intentaba jugarla. El peligro teutón llegaba en el contraataque, cuando Özil tenía el cuero e intentaba conectar con Klose. El primer disparo a portería de Alemania corrió a cargo de Trochowski, que disparó desde lejos, forzando la intervención de Casillas, que despejó a saque de esquina. Era en los saques de esquina donde, tal y como España había planteado el partido, podía crear peligro Alemania, gracias a su poderío físico y a sus hombres altos. Alemania se había estirado un poco más y España tenía más dificultad para jugar la pelota, además de no tener las ideas demasiado claras: hasta en dos ocasiones David Villa estuvo solo en la banda para crear peligro, pero ni Iniesta ni Pedro lo vieron para conectar con él. El dominio de España era constante, pero en el tiempo de descuento Alemania pudo tener un penalti a su favor después de un choque entre Ramos y Özil dentro del área, pero el árbitro húngaro no señaló nada.Al descanso se llegó con empate sin goles, en una primera parte dominada de cabo a rabo por España, que sin embargo fue incapaz de plasmar su dominio con goles, algo muy peligroso dada la entidad del rival que tenía enfrente. Alemania estaba aletargada, ante un rival que por vez primera en el Mundial estaba jugando a su auténtico nivel, aunque en las pocas ocasiones de las que había disfrutado había inquietado a la zaga española. Quizás echaban demasiado en falta los germanos a Müller, sancionado.El mismo guiónTras la reanudación Alemania parecía haber dado un paso al frente, intentando entrar más en contacto con el balón. Sin embargo, fue España la que tuvo la primera gran ocasión del segundo período, después de una gran jugada individual de Pedro por la banda derecha, en la que tras luchar el balón, logró llegar al pico del área alemana y dejársela a Xabi Alonso, que disparó desde fuera del área un pelín desviado. El tolosarra tuvo otro buen disparo desde la frontal tras otra gran jugada de Pedro, muy atrevido, pero volvió a marcharse lejos del marco de Neuer. Boateng sufría enormemente marcando a Pedro y a Sergio Ramos y por ello Joachin Löw lo sustituyó para introducir a Jansen, un lateral zurdo más contundente. El tercer disparo de España fue de Villa, que recibió fuera del área un pase de Xavi Hernández. En apenas diez minutos la Roja había disfrutado de tres tiros a portería: el gol parecía cuestión de tiempo. Neuer tuvo que emplearse a fondo para detener un disparo de Xabi Alonso, pero no pudo detener el esférico y rechace franco para que Iniesta controlara dentro del área. El manchego, con dos compañeros para rematar, centró mal. El balón parecía perderse, pero Busquets no tardó en recuperarla: al final de esa jugada Pedro pudo marcar, pero su lanzamiento se marchó fuera. Löw volvió a mover fichas, quitando a Trochowski por Kroos. España jugaba a sus anchas, profundizando y jugando con velocidad. El húngaro Kassai se comió un claro penalti a favor de España, después de que Friedrich derribara a Ramos cuando el de Camas iba a rematar un centro de Xabi Alonso. El balón le duraba muy poco a Alemania, incapaz de crear peligro, incapaz de encontrar a Özil para que tejiera el juego. En este segundo tiempo todo el juego se desarrollaba en la mitad del campo alemana. Iker Casillas salvó a España en la única jugada de peligro de Alemania. Una buena jugada de toque que comenzó en la banda izquierda y que finalizó con un centro a la derecha buscando al recientemente ingresado Kroos, que disparó dentro del área, obteniendo una gran réplica del cancerbero mostoleño de la Roja. Alemania aprovechó para desahogarse y poner cerco a la meta española: dispuso de dos saques de esquina y una falta al borde del área para meterle el miedo en el cuerpo a su rival. Puyol hace historiaCuando mejor estaba Alemania, llegó la apoteosis: España se adelantó en el marcador. Un gol merecido, esperado, que hacía justicia. Su autor, Carles Puyol, que entró con poderío dentro del área alemana para alojar dentro de las mallas de Neuer un saque de esquina botado por Xavi Hernández. Un cabezazo antológico que daba ventaja a España y la dejaba a un pasito de su primera final mundialista a un cuarto de hora de que el partido acabara. Con el gol en contra Alemania se marchó decididamente en busca del empate que le permitiera jugar la prórroga. Se dedicó a jugar balones largos, al corazón del área, intentando imponer su fortaleza física. España presionaba con ahínco, tratando de forzar la precipitación de su rival. En el festival de balones colgados al área española un jugador se erigió en auténtico protagonista: Piqué. El catalán cortaba providencialmente cada balón, arrebatándoselo de la cabeza a Klose y a Podolski. Löw metió más mordiente en ataque: quitó a Khedira y colocó en su lugar a Mario Gómez. En ese momento Vicente del Bosque aprovechó para realizar el primer cambio de España: un cansado David Villa dejó su sitio a Fernando Torres. España estaba cansada. Tenía que limitarse a aguantar y jugar a la contra. En una de ellas Pedro desperdició la posibilidad de matar el partido. Iniesta le puso un gran pase en profundidad, estando solos el canario y Torres con Friedrich. Pedro entró en el área alemana y, cuando tenía a Fernando Torres para marcar a placer, se dedicó a regatear al central alemán hasta que acabó perdiendo el balón. Hacía falta que España durmiera el partido, que intentara controlarlo un poco más. A seis minutos del final Del Bosque quitó a Pedro que había rendido a un gran nivel- por David Silva.Kassai concedió tres minutos de descuento, en los que Alemania encerró a España. Fueron tres minutos en los que el partido pareció un auténtico frontón, pero que pudo sobrevivir gracias al buen hacer de Puyol y Piqué. Finalmente, España ganó el partido y logró el pase a la final. Había sido el mejor partido de la Roja en todo el Mundial. Esperaba Holanda.

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