España ya ganó un Mundial en Africa

El Mundial de 2010 tendrá un campeón inédito hasta la fecha. Holanda tiene la oportunidad de ostentar el cetro mundial en su tercera final, mientras que España, tradicionalmente cuartofinalista, puede hacerlo en su primera participación en el último partido. Miles de cábalas son válidas, miles de tópicos, de supersticiones para afrontar este partido. Los holandeses pueden aferrarse a la idea de que a la tercera va la vencida, después de las derrotas de 1974 y 1978. Por su parte, la selección española puede decir que nunca, en la historia de los mundiales, el campeón ganó todos los partidos: España perdió en su estreno contra Suiza y Holanda… Aún permanece invicta. Otra idea que también puede ser válida y que tiene cierto paralelismo con esta edición del torneo, es que España ya ganó un Mundial organizado en el África negra. Fue hace once años, en Nigeria: el Mundial sub’20. Un torneo organizado por la FIFA para descubrir nuevos talentos, de los que han salido multitud de estrellas y que ha servido como preparación a las grandes selecciones para lograr clasificaciones interesantes en el Mundial “adulto”. Algunos integrantes de las selecciones juveniles que coparon el podio fueron capaces de reeditar los éxitos logrados con la selección absoluta en un Mundial, una Eurocopa o una Copa América. En el Mundial sub’20 de Nigeria grandes futbolistas como Ronaldinho, Fernando Baiano, Cambiasso, Forlán o Ashley Cole dieron sus primeros pasos. Aquella selección española que se presentó en Nigeria estaba dirigida por Iñaki Sáez –que sería seleccionador nacional en la Eurocopa de 2004- y contaba en sus filas con futbolistas como Casillas, Xavi Hernández o Marchena. También había jugadores que han hecho carrera en el fútbol español como Varela, Fran Yeste, Orbaiz, Gonzalo Colsa, Aganzo o Barkero. El jugador más joven de dicha convocatoria era Iker Casillas, que no partía como titular en la portería aunque tuvo un papel determinante en los cuartos de final contra Ghana. España quedó encuadrada en el Grupo F junto a Brasil, Zambia y Honduras –que, curiosamente, ha sido rival de la Roja en el Mundial de 2010. Un grupo que no planteaba grandes dificultades para clasificarse para octavos de final –máxime si se tiene en cuenta que los cuatro mejores terceros de grupo tenían derecho a clasificarse- pero que tenía a Brasil, aspirante a todo. Precisamente el debut de los chicos de Sáez fue ante la canarinha, a la que venció sorprendentemente con suficiencia, gracias a dos goles del hoy jugador del Ajax de Amsterdam Gabri. En la segunda jornada tocó enfrentarse a Zambia, con la que se cosechó un empate sin goles que dejaba la clasificación y el liderato de grupo al alcance de la mano: había que ganar a Honduras. Y se ganó, por 1-3, gracias a los goles de Pablo Couñago –máximo goleador del torneo-, Fernando Varela y Rubén Suárez.En octavos de final el rival de España fue Estados Unidos. El conjunto norteamericano fue incapaz de aguantar el juego de los españoles en el primer tiempo y se marchó al descanso con un abultado 3-0 en contra, gracias a los goles de Pablo Couñago –autor de dos dianas- y de Xavi Hernández. Tras la reanudación Twellman acortó distancias y en el tiempo de descuento este mismo jugador logró poner el 3-2 en el marcador. En cuartos de final esperaba Ghana, un rival complicado, no sólo por el poderío físico de todo equipo africano, sino porque sabía jugar con criterio el balón. A la media hora de juego Barkero adelantó a España, pero en el minuto noventa Ofori Quaye logró la igualada, llevando el partido a la prórroga. En el tiempo suplementario ningún equipo fue capaz de marcar y el partido se tuvo que decidir en la lotería de los penaltis. Allí, un jovencísimo Iker Casillas, que apenas había disfrutado de minutos en ese Mundial, tuvo un papel decisivo: detuvo los lanzamientos de Mohamed y Blay, posibilitando el pase a semifinales de España.Esperaba Malí, una de las revelaciones del torneo, que contaba en sus filas con el que a la postre sería designado mejor jugador del campeonato: el hoy barcelonista Seydou Keita. Pronto España se adelantó en el marcador, merced a un tempranero tanto de Varela. El jugador bético marcaría el segundo poco después. Parecía que el partido estaba encarrilado, pero en el minuto cincuenta y uno de partido Dissa acortaba distancias para Malí. Finalmente, en el minuto noventa, Xavi Hernández logró un gol que ponía la puntilla a los africanos y certificaba que España jugara la final. Una final en la que el rival fue Japón, que derrotó a la Uruguay de Forlán y Chevantón en semifinales. Sin embargo, la final no fue tan complicada como se esperaba: España ganó por un cómodo 0-4, con goles de Barkero, Pablo Couñago –que logró un doblete- y Gabri. Así España logró el Mundial sub’20, un hito sin precedentes en nuestro fútbol y que aventuraba éxitos futuros. Ahora, tres jugadores de esa generación tan exitosa –a los que hay que sumar a Iniesta, subcampeón del Mundial sub’20 de 2003- pueden lograr el Mundial con la selección absoluta, cerrando una etapa que abrieron en África hace once años.

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