El punto del superviviente

  A nuestra sección de «Dicen que el amarillo» y como cada lunes, la crónica del partido vista desde la óptica de los «otros» medios. En este caso, A.G.Encinas publica en El Norte de Castilla su crónica del partido. La reproducimos para nuestros lectores. El punto del superviviente

cad_val_05.jpgLa clara ocasión de Sesma. Foto: La Voz de Cádiz

El Real Valladolid pesca un empate en un encuentro complicado, demasiado trabado y con apenas un par de ocasiones para cada bando durante los noventa minutosIncidencias:  Estadio Ramón de Carranza. Casi lleno en las gradas, en una mañana muy fría y con terreno de juego demasiado duro y en bastante mal estado. 55 seguidores pucelanos en la grada.LO MEJOR:  García Calvo . Sin estar al 100% de forma física, demostró que sigue capacitado para ser un líder en el campo.LO PEOR Alberto. Dos errores al atajar el balón pudieron condenar al equipo a una derrota. Son fallos importantes.Un empate a cero, después de la racha impecable de triunfos vivida esta temporada, puede sonar a poco. Y en este caso sería un error pensar así, porque el Real Valladolid ha conseguido superar un periplo peligroso, con partidos ante tres aspirantes como Real Murcia, Almería y Cádiz -dos de ellos como visitantes- con un balance de cinco puntos de nueve posibles.Es cierto que el juego del Real Valladolid ayer no fue el de otros días. Hubo muchas dificultades para hacer circular el balón,para conectar con la zona de ataque y para crear oportunidades, y el Cádiz tuvo la iniciativa y el mando en el encuentro. Sin embargo, los gaditanos apenas tuvieron un par de ocasiones de gol, al fin y al cabo un bagaje tan pobre como el de los blanquivioletas en el Ramón de Carranza.En el caso del Cádiz, además, siempre hay que contar con el factor anímico, y en este caso estaba por encima del 100%. Hay que recordar que después de un inicio de curso delicado, con el equipo haciendo equilibrios sobre la zona de descenso, los amarillos han conseguido empezar la remontada. Y lo han hecho, además, endosándole cuatro goles en Chapín al rival provincial, el Xerez, lo que supone una inyección de moral tremenda. Todos los titulares de los diarios locales invitaban a confirmar la reacción ante el líder de la categoría. Y los jugadores lo intentaron de todas las formas posibles, aunque con más empeño que calidad.No fue un encuentro bonito, desde luego, ni tampoco con ritmo. Lo que se preveía como una fiesta futbolística se fue al garete por la excesiva igualdad entre los contendientes y por el empeño del colegiado Martínez Franco en pitarlo absolutamente todo. A falta de cuatro minutos para terminar la primera mitad ya había decretado 16 faltas en contra del Valladolid y ocho más en contra del Cádiz. Un festival de pitidos que cortó continuamente el juego e impidió que se viera un partido fluido.cad_val_06.jpgCon este esquema de partida, y con los dos equipos parecidos en cuanto a planteamiento táctico, parecía claro que las oportunidades tendrían que llegar a balón parado. Y en este punto, el Cádiz supo sacar más partido a su empequeñecido campo. El Ramón de Carranza se encuentra de reformas, y el club amarillo ha tenido que «retranquear el fondo», en palabras de una de las empleadas, con lo que la distancia entre ambas porterías se ha acortado considerablemente. Así lo pudo constatar Alberto, que entre el viento y las dimensiones del campo ponía el balón en el área rival cada vez que sacaba con el pie.Sustos a balón paradoCada falta situada a un par de metros de la línea del centro del campo hacia terreno blanquivioleta se convertía en una jugada de peligro a balón parado. El primer tiempo fue un bombardeo continuo de balones por parte del Cádiz, que sin embargo solo encontró resquicios para hacer daño en dos balones que Alberto no logró atajar y quedaron muertos en el área. En el primero, Jonathan Sesma mandó el balón a las nubes con toda la portería vacía. En el segundo, Abraham Paz logró marcar, pero el colegido lo anuló por fuera de juego.No hubo mucho más que rascar ni para unos, ni para otros. Lo peor en el caso del Valladolid fueron las tarjetas. Gonzalo Vicente vio la primera por una mano que después, cuando repitieron la misma acción Medina o De Paula, no tuvo el mismo castigo. Esa ya le acarreaba un partido de sanción, puesto que era la quinta, pero además luego vio la segunda por una de esas faltas necesarias cuando el rival está más listo y gana la acción. Tampoco Joseba Llorente podrá estar presente contra el Castellón, puesto que también vio la quinta cartulina amarilla.cad_val_07.jpgDel Valladolid apenas hubo noticias en ataque. Llorente estuvo siempre demasiado desconectado del resto, y tanto él como sus compañeros de ataque se mostraron imprecisos en los últimos metros. Los pases definitivos no llegaron, pero tampoco se eligió la opción más adecuada en un par de contragolpes en la primera mitad.Asier lo tuvoLos blanquivioletas también tuvieron, como el Cádiz, sus dos oportunidades de rigor. En este caso, al menos una de ellas fue en jugada. La primera llegó en un lanzamiento de falta directa de Óscar Sánchez que detuvo bien Armando. Y la segunda, en un envío de Víctor al área que cayó entre Asier y un defensor. El rechace se quedó a favor del delantero, que amagó el primer disparo para sentar al defensa y trató de colocar después el balón en la escuadra según se caía. Demasiado complicado, se marchó fuera por poco. Quizá con otro tipo de arbitraje el partido habría podido tener más intensidad, o un ritmo diferente. Nunca se sabrá. El caso es que los que debían aparecer -Víctor, Llorente, Capdevila, Lucas Lobos, De Paula o Sesma- no lo hicieron, y sí las defensas de ambos bandos. Para colmo, ambas improvisadas, puesto que César suplió a De Quintana a última hora en el Cádiz y García Calvo a Baraja en el calentamiento.El 0-0, desde luego, no sabe de la misma forma que un triunfo más, y tampoco resarce de aquel 6-1 que tanto se ha recordado en Cádiz en los días previos. Pero sirve, al menos, para seguir líderes, sumar un punto más y acumular diez partidos sin perder. Y eso sí que suena bien.

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