Un regalo que cuesta dos puntos

cad_cel_08.jpg El Cádiz salió a Carranza con intención de resarcirse de la mala imagen dejada en El Sádar. El Celta se presentaba como un duro rival para tratar de mejorar la sensación en el cadismo, pero el Cádiz lo logró. Sobre todo los primeros veinticinco minutos, hasta que un monumental despiste de la defensa puso en bandeja el empate del Celta. Hasta ahí el Cádiz había sido muy superior.   La obligada novedad del Cacique Medina en lugar de Oli tuvo rápida respuesta porque el uruguayo creó la primera ocasión del equipo en un disparo desde la frontal que detuvo Pinto con dificultades. El Cádiz dominaba en el centro del campo y recuperaba rápido el balón para entrar por las bandas. El principal problema consistía en que ni Pavoni ni Sesma estaban a la altura. Por más que Fleurquin y Suárez robaban balones y Medina peleaba en el centro del ataque, los jugadores destinados a dar el toque de calidad en el Cádiz no lo lograban. Sin embargo, el partido parecía totalmente controlado. Más aún cuando un corner botado por Sesma lo logró rematar Fleurquin en un precioso testarazo y puso el balón en la esquina de la porteria de Pinto. El 1 a 0 y la sensación dada permitía albergar cierto optimismo.   cad_cel_01.jpgEl Celta no reaccionaba ante el gol y el Cádiz seguía teniendo el balón. Cada jugada a balón parado era peligro. Vázquez reaccionó y sustituyó a Contreras por Lequi para evitar la expulsión del primero y defender mejor los centros cadistas. Sólo la alargada sombra de Baiano hacía preocupar a la grada de Carranza. Lo que nadie esperaba era que el Cádiz cometiera un error de infantiles. Una falta en la banda derecha del ataque vigués, botada con velocidad por Iriney, ante el despiste generalizado de la defensa amarilla, dejó el balón a Jorge que, desde la línea de fondo, dio el pase atrás a Baiano quien hizo su quinto gol de la temporada. Un partido que parecía controlado se convertía en un empate y gracias. Gracias porque Armando respondió de forma excelente a dos disparos de Nuñez y Jorge, en una jugada posterior Baiano encaró a la defensa y mandó el balón al poste de Armando.   El Cádiz andaba abatido tras el fallo del gol y el partido se jugaba al ritmo que marcaba Baiano que era amo y señor del balón, del peligro y hasta del árbitro, superado por la personalidad del brasileño. La única tímida reacción fue un disparo de Pavoni tras pase de Enrique que el argentino, horrible durante todo el partido, envió suavemente al cuerpo de Pinto.     cad_cel_07.jpgLa segunda parte no empezó mucho mejor. El Celta tenía el balón y cuando el Cádiz robaba no era capaz de salir con peligro porque ni Sesma, ni Pavoni, ni Enrique, imprecisos los primeros, cansado el tercero, lograban asustar a la defensa viguesa. Baiano estuvo a punto de decantar el partido con otra ocasión en la que Armando le detuvo el mano a mano. El banquillo del Cádiz, esta vez, sí funcionó. Bezares logró dar aire al centro del campo y permitió que el Cádiz recuperase el control del partido. El de Guadiaro, poco a poco, se está haciendo un sitio en la Primera División. Pero quienes más destacaron fueron Estoyanoff, mucho más incisivo que Enrique, aunque bastante impreciso; e Iván Ania, que demostró que Pavoni tiene sustituto de garantías… o quizá al revés. Los últimos partidos del argentino parecen evidenciar una baja forma sólo comparable a la que arrastra Jonathan Sesma. Por desgracia, Ania no puede jugar por los dos, pero quizá sí dé pronto banquillo a alguno de ellos.   El Lolo y Ania fueron los más incisivos de la segunda parte, aunque la jugada más peligrosa fue un tirazo sin ángulo del Cacique Medina que repelió el poste de Pinto. El Cádiz, sin brillantez, puesto que no la tiene, seguía asumiendo riesgos. A cada ataque amarillo respondían los celestes con peligro. El correcalles sólo lo dominaban Fleurquin, por un lado, y Borja Oubiña por el otro. Estoyanoff daba una de cal, con peligrosos disparos, y otra de arena, perdiendo balones en el centro del campo por su excesivo individualismo. La última estuvo a punto de ser de cal porque disparó una falta con gran intención pero el balón se fue un poco a la derecha de la portería de Pinto.   La sensación que nos dejó el Cádiz fue grata. Falta que se corrobore el juego en el Carranza con el que se ofrece lejos de Cádiz. Por delante tienen quince días para preparar la visita a Montjuic. Esperemos que allí no regalemos nada.    

Autor:Ccapital

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