Se cumplió el guión y ganó el empate
El Cádiz empata a uno en La Condomina
Jona y Eddy. Una imagen con los dos goleadores de la tarde
Después del tropiezo de la semana pasada afrontaba el Submarino un desplazamiento difícil como era la visita al renacido UCAM de Francisco Rodríguez. El técnico almeriense ha sabido reflotar a los católicos y llegaban al duelo con los mismos puntos sumados que los amarillos en la segunda vuelta. De hecho, los murcianos sólo habían perdido un partido de los diez últimos. Es cuadro difícil de batir y esta tarde se ha vuelto a demostrar.
No puede considerarse el once inicial de Cervera, inédito en esta temporada, con Ager Aketxe como engarce con Ortuño y con Silvestre y Jose Marí de ejes en la medular y Luis Ruiz en el lateral izquierdo. El resto, los más habituales de la liga. No hizo mal primer tiempo el Cádiz, aunque al descanso se llegaba con el que luego fue el resultado final. Los de Francisco, muy dinámicos en ataque con el pequeño Ibán Salvador sólo inquietaron una vez a Cifuentes y fue gol. Una acción defensiva de las que no se deben de repetir, en la que Jona Megia dejó con el molde a un más contemporizador de la cuenta Aridane y después soltó un zurdazo sin apenas ángulo que sorprendió a Cifuentes. A partir de ese tanto, el Cádiz se espoleó, sacó orgullo y se dejó de buscar la contra y arrinconó a los locales. Pudo marcar Eddy tras un espectacular remate de cabeza y mejor parada de Alberto, pero unos minutos después el propio Eddy acertaba a recoger un rechace y tras bajar el balón con el muslo la puso imposible para el portero.
El segundo tiempo fue poco a poco transcurriendo sin apenas acciones de peligro ni en un lado ni en otro. Aitor Sánchez, Nico Hidalgo y luego Gorka fueron los hombres de relevo con los que buscaba Cervera ganar en rapidez. No obstante el resultado no se movió aunque fueron los visitantes los que más cerca estuvieron con un remate de Aridane a la madera y varios centros que se cruzaron sin rematador. Por parte local todo se redujo a las acciones de balón parado sacadas por Góngora y a la incertidumbre que creaba un Jona Megia que dio un autentico recital de cómo jugar de espaldas.
