El Cádiz obliga al futuro campeón a pedir la hora


 20060429231601284_500.jpg
 Bernardino desquició al Cádiz

Si vas al Camp Nou y en el minuto 6 Ronaldinho ya te ha hecho el primer gol, el futuro que te espera en los 84 minutos restantes no es demasiado halagüeño. La primera parte del silogismo la había cumplido el Cádiz puesto que en la primera llegada barcelonista el mejor jugador del mundo puso el 1 a 0 para los de Rijkaard. Fue una internada de Belletti que Ronaldinho, aprovechando el único error de Vella en todo el partido, convirtió en el gol que, a la postre, decidiría el encuentro.

 

Sin embargo, el gol sirvió de acicate a los cadistas. Los culés pensaron que lo tenían todo hecho con aquel primer gol y el Cádiz supo aprovechar la parcial relajación de los azulgranas. La cosa podría haber cambiado radicalmente si Bernardino González Vázquez no hubiese anulado el gol que Jonathan Sesma anotó a pase de Matías Pavoni, cinco minutos después de que el Barcelona hiciese su gol.

 Aún así, el Cádiz seguía cortando las líneas de pase blaugrana y los barcelonistas eran incapaces de crear ningún peligro. El único llegaba de botas de los amarillos. Era Jonathan Sesma el estilete ofensivo cadista. Primero en un disparo que envió muy alto cuando lo tenía todo para marcar y después en un lanzamiento envenenado, esta vez con la derecha, que obligó a Víctor Valdés a realizar una auténtica palomita para evitar el empate.

 20060429231601281_500.jpg
 Ronaldinho estuvo bien vigilado, salvo en una ocasión… y fue gol

 Al descanso se llegó con un marcador a todas luces injusto. El Cádiz había maniatado a la perfección a la mejor delantera de Europa gracias al buen trabajo, sobre todo, de Varela, Bezares y Berizzo. En la delantera, pese a la escasez de efectivos, Pavoni y Sesma habían conseguido crear muchos apuros en la retaguardia catalana. Quizá si Enrique hubiese secundado algo más a sus compañeros el peligro se habría multiplicado.

 

En el descanso Rijkaard puso las pilas a los suyos y el Barcelona salió algo más avasallador. Basado en el toque de Deco y Van Bommel y en la profundidad de Etoo y Giuly el Barcelona se acercó a lo que se espera de ellos. Pese a todo, la seriedad del trabajo defensivo cadista facilitó que Limia apenas tuviese que emplearse. Eso hasta el minuto 63 en el que el caserísimo Bernardino señaló penalti por el choque entre Berizzo y Van Bommel. Etoo lanzó el penalti y Limia calló algunas bocas, como la del que escribe, deteniendo el lanzamiento del camerunés.

 

20060429231601283_500.jpg
Enrique no tuvo uno de sus mejores días y acabó sustituido

La jugada del penalti evidenció que González Vázquez quería seguir contribuyendo a la victoria barcelonista. Un gol anulado, un penalti en contra, una decena de faltas dudosas en las cercanías de la frontal amarilla. Según parece, en el Reglamento de este señor tocar a un jugador blaugrana es sinónimo de tarjeta pero dar una patada a uno del Cádiz no es siquiera falta.

 

El penalti, al igual que el gol en la primera parte, sirvió para que el Cádiz retomase el camino hacia la portería contraria. Suárez dio aire al centro del campo amarillo y la entrada de Oli y Lobos contribuyó a que el Cádiz comenzase a plantarse, de nuevo, en el área de Víctor Valdés. El empate pudo llegar, sobre todo, en una jugada ensayada que remató el héroe de Chapín pero que Víctor Valdés repelió en otra magnífica intervención.

 

Decíamos al principio que si en el Camp Nou te meten el primero a los 6 minutos lo lógico es que te lleves una goleada. Lo ilógico es que consigas plantar cara al campeón, que te anulen un gol y que conviertas al portero barcelonista en el mejor de su equipo. Por eso la derrota del Cádiz sólo cabe calificarla como agridulce puesto que, pese a no sumar nada, la sensación dejada ante el mejor equipo de Europa es la de que este Cádiz no es carne de segunda. La demostración tendrá que llegar el miércoles ante la Real Sociedad.

 

Autor:Ccapital

También te podría gustar...