La denuncia de Álvaro Silva

cadiz_asilva_1.jpgParece que el gran culebrón invernal del Cádiz Club de Fútbol está próximo a su fin. O, mejor dicho, queda aplazado hasta nueva orden, pues no hay nada resuelto. Dos eran los futbolistas del combinado amarillo y azul que tenían problemas económicos con el club: Cifuentes y Álvaro Silva, que estaban jugando a la espera de que su situación se desbloqueara por vía judicial. Con denuncia ante la AFE de por medio, pudo solucionarse la situación del primero. No así la de Álvaro Silva, que mantuvo su denuncia tras rechazar las ofertas planteadas por el club para solucionar el entuerto.Con la denuncia interpuesta, el club no podía realizar ninguna incorporación en este mes de enero, por lo que el Cádiz se puso manos a la obra para arreglar el desaguisado. Según dio a entender Álvaro Silva, retirará la denuncia para que el club pueda fichar en enero. Sin embargo, su situación continúa igual que como estaba. Una situación incómoda para el central jiennense, que deberá esperar a un acuerdo judicial para solventar el asunto. Curiosamente, todo este asunto de la denuncia ha coincidido con la pérdida de la titularidad del futbolista, que antes de esto había sido el jugador de la plantilla que más minutos de juego había acumulado.Toda esta situación ha sido esperpéntica, triste y vergonzosa. La imagen que como club está dando el Cádiz está siendo lamentable. Sólo ha pasado a la acción ante la amenaza de no poder fichar en el mercado invernal. Los jugadores damnificados han aprovechado la coyuntura para hacerse fuertes en sus reivindicaciones y uno de ellos ha logrado poner fin a la situación. Hasta que el club no ha visto peligrar sus intereses no ha intervenido, a la espera de que la solución llegara desde los juzgados. Lo peor de todo es que en el Cádiz, este tipo de situaciones, anormales y aberrantes, parecen cotidianas. De lo más normal del mundo.Tampoco es correcta la postura tomada para solventar la situación con Álvaro Silva. Ante la negativa por parte del central de aceptar las nuevas ofertas salariales, el club ha optado por forzar su salida o porque retirara la denuncia. Se ha pasado de la conciliación a la coacción. Se ha tratado de “aburrir” al jugador, cansarle, para que fuera él quien desbloqueara la situación, en lugar de continuar negociando.Para mí, la postura de Álvaro Silva en toda esta situación ha sido lógica y comprensible. Sólo ha luchado por lo que es suyo, por lo que firmó en su momento –a ver cuántos de ustedes aceptarían de buen grado una reducción del salario que tenían estipulado; yo por lo menos no. La culpa de esta situación, aunque se intente hacer creer lo contrario, no es de Álvaro Silva. Es de quien le ofreció un contrato prometiéndole una cantidad económica por un determinado número de años. El fallo es del que ofrece pagar “x”, sin prever que en un futuro la entidad no sea capaz de hacer frente a dicho pago. No es, en cualquier caso, del futbolista, que no es más que un profesional –mejor pagado que el resto, aunque eso es otra cuestión- que estampa su firma en un contrato confiando en recibir lo que en él figura. Los clubes deberían ser más sensatos y racionales antes de ofrecer grandes sumas de dinero, siendo conscientes del estado de su tesorería para que situaciones tan desagradables como esta no ocurran.Al retirar Álvaro Silva su denuncia el club podrá fichar. Roberto Suárez tendrá por delante poco más de semana y media para incorporar jugadores al equipo. Ojalá que en esta semana y media Suárez tenga mejor ojo que en verano. Como ya ocurrió antes, el Cádiz fichará tarde, con el tiempo justo. Con esto no quiero responsabilizar ni a Cifuentes ni a Álvaro Silva, sino al mismo Cádiz Club de Fútbol: de haber buscado solución antes, no se hubiera denunciado a nadie. Quien siembra vientos, recoge tempestades. Y en el Cádiz, al final, quien más sufre son los mismos de siempre… cad_mur_05.jpg

Autor:Belmonte

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