Premio a la racanería
Dos a dos para terminar el año.
Con una X ha terminado el Cádiz el 2008. Se visitaba a la Real Balompédica Linense y las estadísticas decían que hacía 60 años que los amarillos no perdían a las faldas del Peñón. También las hemerotecas nos hablaban de lo mal que suelen darse los últimos partidos de cada año a los cadistas. Dos datos que sin duda apuntaban a la X como posible resultado final. Sin embargo, pocos eran los que pensaban en ella cuando el delegado levantaba la orden de Enrique Figueroa Vázquez de dar cuatro minutos de prolongación. Los cadistas vencían 1-2 (goles de Enrique y Juanma) y encima la Balona tenía que soportar la desventaja de jugar con un futbolista menos (Copi). Pero este Cádiz, y como cualquier otro equipo del mundo, necesita mejorar en determinadas facetas. Y una de ellas es saber cuándo no puede ir a buscar la puerta contraria sin desorganizar la retaguardia. Así llegó el gol del empate, asómbrese, en una contra del equipo local en inferioridad. El tanto de Manrique, celebrado en La Línea como si fuera el de la victoria, sirvió para dar un empate que bien puede tildarse de justo. Si das facilidades, lo normal es que tu rival las aproveche.
