Bloque de Cemento

album_esp_cad_03.jpgImpresionante lo que pudimos ver en la montaña olímpica barcelonesa en la noche de ayer. El Cádiz, sin ningún tipo de fisuras, supo esperar su momento y apuntilló a un Espanyol ahogado que terminó desesperándose ante la solvencia defensiva del equipo de Espárrago.

Antes de empezar el partido no éramos pocos los que teníamos dudas ante lo que se nos avecinaba. La sospechosa baja de Paz suplida por un hasta entonces inédito De la Cuesta, la ausencia de Fleurquin, hasta entonces el jugador que mejor rendimiento había ofrecido en el arranque liguero, la baja forma de Sesma y las dudas sobre el rendimiento de Pavoni, hacían evocar un cierto sentimiento de incertidumbre sobre las esperanzas de sacar algo positivo de los que seguimos al conjunto amarillo.

El encuentro no empezó de la mejor manera posible, ya que sin bien no se pasaban apuros, De la Cuesta parecía no entenderse con Armando y una indecisión del central colombiano permitió a Tamudo disfrutar de lo que a la postre sería la mejor ocasión de los pericos en todo el choque. Si a esto le unimos la sorprendente inoperancia de los amarillos a balón parado…los 25 primeros minutos del partido no nos permitían ser del todo optimistas sobre el resultado final del envite.  album_esp_cad_06.jpgSin embargo, el paso de los minutos evidenciaba la solvencia defensiva de los gaditanos, y es que Espárrago quería ganar el partido desde la lógica del que empieza la casa por los cimientos y no por el tejado. Las manijas del reloj jugaban a favor de los visitantes. Cada segundo que pasaba provocaba mayor convencimiento en los jugadores amarillos y ahondaba en la desesperación de los blanquiazules, que no podían respirar ante la asfixia provocada por la contundente presión de los centrocampistas capitalinos.   El rigor táctico, el posicionamiento, la presión, y la gran actuación individual de los hombres de contención del Cádiz permitían que poco a poco los visitantes se fueran estirando y que aunque sin crear demasiado peligro, acabaran el primer tiempo merodeando el área de Kameni. El primer “round” acabó con victoria amarilla a los puntos. Pero lo más importante de todo fue la victoria moral. Los catalanes visitaron la caseta sabiendo que no solo no iban a poder marcar sino que les sería casi imposible crear alguna oportunidad de gol en lo que restaba de partido. Por otra parte, los visitantes acometieron el receso en el choque dándose cuenta de que solo era cuestión de tiempo el dar el zarpazo definitivo que les facilitara los 3 puntos en juego.

Una vez asentados los cimientos de la casa de la Victoria, solo había que comenzar a poner los ladrillos, los azulejos y si hubieran querido, hasta la piscina climatizada. Los albañiles estaban haciendo una labor impresionante y al cuarto de hora de la segunda parte el capataz  se decidió por fin a poner sobre el tapete a los artistas de la obra. El primero de ellos, el internacional Estoyanoff.

album_esp_cad_02.jpgUn poco antes de ese momento, Enrique ya avisaba de las intenciones del Cádiz y en una bella internada por su banda apunto estaba de batir a Kameni que sacó in extremis el lanzamiento un poco centrado del extremeño.

Las cosas se seguían desarrollando según el guión previsto. Desesperación perica y juego cada vez más preciso y profundo de los amarillos. Hete aquí que Don Ramón de Quintana roba un balón en defensa, opta por tratarlo con cariño en vez de buscar golpearlo con violencia, conecta con Suárez que encuentra a Raúl López en banda izquierda, este a su vez ve a Jonatan Sesma que le dobla para buscar jugada de 2 contra 1 por el costado, balón al canario que centra y en el segundo palo Pavoni remacha a la red. 0-1 y primer cuarto de baño alicatado.

A partir de ese instante la angustia periquita se multiplica y los obreros de Espárrago se siguen creciendo ante la inoperancia catalana. Ante tal panorama, el Cádiz sigue tocando, tocando y tocando. Era el turno de los artistas. Medina conecta con Estoyanoff esta vez en banda derecha, y la internada del uruguayo termina en preciso pase de la muerte que el canario Sesma empuja a gol. 0-2 y los dormitorios de la segunda planta listos para estrenar.

Eran los últimos minutos de encuentro, y tanto Oli como Benjamín, que salieron mediada la segunda parte, se dedicaron a planear la profundidad y la cerámica de la piscina climatizada a construir en el tejado de la casa de la Victoria. Un par de internadas del pucelano y un disparo potente del asturiano pudieron haber supuesto el 0-3, pero el botín cosechado era ya suficiente y no arriesgaron en demasía. La casa había quedado ya demasiado bonita.

En definitiva, lección de sapiencia de Espárrago, de humildad, trabajo y acierto de los jugadores y 3 puntos más que ciertamente deben servir de colchón de tranquilidad para afrontar el futuro con gran optimismo.Fotos: EFE / Toni Arbil

Autor:Roberto Rivero

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