El partido visto con óptica local

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 Sesma y Juanfran. El canario ayudó lo suyo a Raúl a secar al espanyolista.Foto: EFE/Toni Albir

Como cada semana traemos la crónica del partido del Cádiz querealiza un medio de prensa del equipo rival. En este caso, la que firma Juan Carlos Gracia en el Diario Sport. Fue horrorosoNi defensa ni ataque. Ganó el que fue un equipo en el terreno de juego. Toda una lección de un modesto CádizEl Cádiz, que llegaba a Montjuïc con una sola victoria en las seis jornadas disputadas, se fue del Estadi Olímpic con los tres puntos y dejando muy tocado a un Espanyol que, pese a los intentos de todos, no acaba de arrancar en este campeonato liguero. Un equipo que, de nuevo, levanta todas las dudas imaginables en su entorno producto de la irregularidad que está teniendo en la competición. Lo de ayer fue, sencillamente, penoso y horrible. Peor, mucho peor, que el debut de Liga contra el Getafe. Y mira que eso parecía difícil de superar.Fue el peor Espanyol de la temporada. Así de claro. Se le echará la culpa de la derrota a la defensa, muy floja ayer y cometiendo dos errores infantiles que costaron el partido, pero los males no sólo recaen en los defensores. Un equipo que juega de local y es superior al adversario es imperdonable que hasta el minuto 84, y con 0-2 en el marcador, no haga el primer remate entre los tres palos de la portería rival. Y es que tampoco fue que fallase la puntería; no, el Espanyol no inquietó nunca a Armando, el guardameta gaditano. El Espanyol perdió el encuentro por los errores defensivos, pero no lo ganó porque nunca supo cómo superar al adversario. Esa es la realidad.Lotina debe sacar claras conclusiones para entender qué le está pasando al Espanyol y ponerlo en la dinámica que los aficionados desean. El técnico diseñó en la pizarra un partido ambicioso, pues, de entrada, recuperó el sistema original olvidándose de jugar con cinco defensas y puso en el campo a todos sus efectivos atacantes. No sirvió de nada. Controló el tiempo del juego, pero el partido se desarrolló siempre en el sendero que le interesaba a los andaluces. La defensa era lo mejor del Espanyol hasta que llegó la cantada del minuto 65 y entonces se vino abajo; el centro del campo tuvo el balón, pero nunca supo qué hacer con él y la delantera estuvo huérfana. El conjunto blanquiazul fue cualquier cosa menos un equipo de fútbol.El Cádiz, por su parte, hizo el partido que más le convenía. Muy trabajado tácticamente, es un bloque muy sacrificado y humilde, donde trabajan todos para todos y sacan provecho de cualquier circunstancia del juego. Víctor Espárrago puede estar satisfecho de su labor, viendo la actuación que ayer tuvieron sus pupilos. No engañan a nadie y se llevaron con toda justicia los tres puntos. Empezaron con modestia pero con el paso de los minutos se fueron más arriba en busca del gol. Cádiz debe ser una fiesta con el triunfo de Montjuïc.

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