Robinho y Drogba: la Champions iguala el clásico Real Madrid-Barcelona.
El pasado domingo a las diez de la noche las apuestas en el Real Madrid-Barcelona eran unánimemente favorables al conjunto blaugrana. La demostración dada por los de Rijkaard ante el potente Sevilla, al que fueron capaces de vencer con relativa comodidad y los dos goles de Ronaldinho disipaban las dudas que pudieran existir sobre el conjunto culé. No obstante, la ventaja en las apuestas para los barcelonistas llegaba, sobre todo, por la paupérrima imagen que el Real Madrid dio en su encuentro ante el Getafe aquel sábado. El Real Madrid no tiró a puerta, Ronaldo fue expulsado, Guti estuvo ausente, Emerson volvió a mostrar sus debilidades. De repente pareció que Capello no había hecho nada con aquel equipo.
Hasta este miércoles todos aquellos que daban pábulo a las posibilidades madridistas en el clásico lo hacían centrando su argumentación en que un partido de este tipo es diferente y todo podía pasar, que los jugadores merengues saldrían especialmente concentrados, Eso hasta este miércoles, porque la jornada de Champions ha igualado y de qué manera el derby.El martes el Real Madrid se volvió a encontrar con su mejor versión de los últimos años. Capello apostó por Robinho, Guti y Raul en la línea de enganches y el equipo respondió. Cierto es que el Steaua de Bucarest no es un gallito en Europa pero los rumanos son un equipo serio que salieron muy concentrados y presionaron con ahínco al Real Madrid. Sin embargo, los blancos no se arrugaron como acostumbran sino que fueron al encuentro de la pelota y consiguieron acabar apabullando al mítico equipo de Lacatus y Ducanan.
El miércoles le tocó el turno al FC Barcelona. Hay que ser justos y decir que el Barcelona tenía delante al rival más duro de Europa: el Chelsea de Mourinho. Además, los londinenses tenían en su punto de mira al Barcelona después de lo ocurrido el año pasado en octavos de final de la Champions. Aunque la primera parte fue igualada y, probablemente, el Barcelona la ganó a los puntos, en la segunda mitad el Chelsea se mostró muy superior a un Barcelona bastante tocado y, por momentos grogui. Hacía mucho tiempo que el equipo culé no daba esa imagen y se sentía superado. Rijkaard apostó por todos los jugones pero el centro del campo inglés se comió, literalmente, a la línea de magos barcelonistas. Deco no dio un pase a derechas, Xavi demostró estar en un momento bajísimo, Ronaldinho dejó claro que el partido no iba con él, Etoo se hacía necesario por todas partes, Muchas carencias para lo que nos tiene acostumbrados el Barcelona.De cara al partido del domingo estos referentes sólo valen parcialmente. El Real Madrid no es el Chelsea ni el Barcelona el Steaua. No obstante, la línea descendente blanca y ascendente blaugrana se ha visto truncada. Puede llegar la tranquilidad por un lado y los nervios por el otro. Sólo así el clásico estará igualado. Habrá que esperar para comprobarlo.
Autor:JG del Valle
