Quique Sánchez Flores y Carboni tratan de enterrar el hacha de guerra.
Si hay un equipo con una relación interna tormentosa en los últimos años, ese es el Valencia. Los presidentes, secretarios técnicos y entrenadores se han sucedido. Esta vez quienes se enfrentan son Amadeo Carboni y Quique Sánchez Flores. Según cuentan desde el Turia la relación entre Amadeo Carboni y Quique Sánchez Flores no es buena desde que ambos compartían vestuario. Quique no contaba con Carboni tanto como el italiano pretendía en sus últimos años. Ahora, con Carboni como jefe directo de Quique, la relación ha seguido deteriorándose.Los roces desde que Amadeo accedió al cargo de Director Técnico valencianista han sido numerosos. La llegada de Tavano, el frustrado fichaje de Simao, la difícil situación de Roberto Ayala, la elección entre Morientes y Soldado,…La escalada de acontecimientos ha llegado en las últimas semanas. Las múltiples lesiones que sacuden a la plantilla valencianista (Del Horno, Vicente, Gavilán, Albelda, Baraja, Edú, Regueiro, David Navarro,…) han provocado la reacción en el entorno del técnico que ve cómo se debilitan las posibilidades de su equipo para hacer algo importante en esta temporada. Carboni respondió veloz al entorno del madrileño invitándole a abandonar el barco si no estaba conforme. Para colmo, se filtró en la prensa que el Valencia pretendía a Marcelo Lippi y al portero Buffon lo que supondría que Carboni colocaba a dos compatriotas en los puestos de las dos personas con las que peor trato tiene dentro de la plantilla valencianista: Quique Sánchez Flores y Santiago Cañizares.Ante esta situación y los malos resultados, Quique y Carboni han decidido enterrar, de momento, el hacha de guerra y se han citado para una reunión de la que debe salir la paz que permita al Valencia seguir remando en la misma dirección. Al menos hasta el verano, si los resultados lo permiten.
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