Fabián Ayala y Marcos Senna síndrome vacacional en Valencia y Villareal


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Senna aprovechó para atarse hasta 2010

Ayala y Senna demuestran que se acabó el verano. La mayoría asociamos el verano a las vacaciones, la playa, el relax, el chiringuito,… Algunos, sin embargo, tienen en el verano su principal momento de trabajo. No me refiero a camareros, a vigilantes de hamacas ni a recepcionistas de hotel. Los representantes de los futbolistas tienen como principal momento de trabajo la temporada estival y la famosa “comisión de traspasos” les hace mover y mover a sus representados a lo largo del verano.

A veces, las operaciones tejidas por los representantes no salen bien: el club de origen se cierra en banda o el club de destino se echa para atrás,… En esos casos el jugador (que no el representante) queda en una situación de desamparo ante la afición de su club. Las palabras que pronunció el día de la presentación (“Vengo a hacer algo grande…”, “Este es un club con grandes expectativas…”, “Prometo trabajar en el crecimiento de esta entidad…” y otras similares) se pierden en el olvido y el futbolista tiene que forzar la máquina para salir de ese club.

En ocasiones, incluso, se llega al 31 de agosto (la fecha maldita para los tratantes de carne en forma de jugador de fútbol) y la operación salida se convierte, forzosamente en una operación “lavado de cara” ante la prensa y la afición. El verano se ha acabado y empieza el duro invierno aunque el termómetro aún cante las cuarenta en grados.

Este año, como todos los años, la historia se ha repetido. No ha sido Reyes (por poco), ni Kaká (que rectificó antes de emborronar su historia de amor con los tifosi), ni Ronaldo (que no dijo esta boca es mía). Este verano los dos reconvertidos son Senna y Ayala. Estos dos futbolistas hace unas semanas estaban fuera de sus equipos. Sin embargo, tras frustrarse el pase del primero al Manchester y del segundo al Villarreal o al Real Madrid han tenido que recomponer la figura y recapitular.

argentina_ayala.jpgSenna ha firmado la renovación por el Villarreal hasta el 2010 cuando hace unas semanas soñaba con marcharse al equipo de sir Alex Fergusson. Cierto es que Senna siempre dejó claro su respeto por el equipo levantino y no cerró las puertas ante las posibilidades de que todo saliera mal.

Más dura ha sido la papeleta que se ha tenido que tragar Fabián Ayala quien se ha visto forzado a alejarse de las palabras de su representante, Gustavo Mascardi, y reunirse con Juan Bautista Soler para prometerle empezar de cero en el Valencia. Lejos queda aquella indisciplina en Argentina, las duras palabras de Mascardi (que no hay que olvidar que llamó corrupto al presidente del Valencia) o la rebeldía de los argentinos. Ahora el año que se presenta en el Valencia puede estar “cargado de éxitos”.

Lo dicho, se acabó el verano y ya no se puede cambiar de equipo.    

Autor:JG del Valle

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