Victoria aplastante


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 Enrique marcó el segundo.Un gran gol en el que partió del propio campo amarillo.cadiz_tristan.jpgDiego Tristán. Con un gran disparocon la zurda hizo el tercero en unmomento sicológico.

Después de una difícil semana en la que se cuestionó mucho la continuidad del entrenador y la marcha del equipo en esta temporada, el Cádiz regresaba a Carranza para enfrentarse al Celta de Vigo en un encuentro que suponía la primera final del año para los amarillos. La victoria era vital para ambas escuadras, muy necesitadas, ya que de lograrla conseguirían eludir los tan temidos puestos de descenso. Consciente de la imperiosa necesidad de ganar, Xabi Gracia incluyó cambios en el once titular con respecto a jornadas anteriores, destacando la presencia de de Nano González en la banda izquierda en sustitución del sancionado López Silva y de Diego Tristán, que formó junto al nigeriano Ogbeche la dupla atacante. Así, el Cádiz renunciaba a jugar con un enganche, pasando a hacerlo con dos delanteros puros, algo muy solicitado por la grada de Carranza.El inicio del Cádiz fue fulgurante, asentándose en el medio campo y sin cederle ni un palmo de terreno al Celta, que llegó en los primeros minutos con un tímido disparo de Hugo Mallo. Por su parte, el Cádiz dispuso de dos saques de esquina consecutivos propiciados después de dos buenas intervenciones de Ogbeche que Falcón, guardameta celeste, despejó sin problemas. La actitud del Cádiz era distinta, presionando la salida del balón celtiña y trenzando jugadas para llegar al área rival.Fruto de este buen juego llegó el primer gol, obra de Cristian y que fue muy criticado por los defensas del Celta, que consideraban que el tanto no debía subir al marcador por una falta previa sobre su guardameta. La jugada nació de las botas de Ogbeche, que después de robar un balón con perseverancia en el medio del campo se la dejó a Tristán, quien de inmediato abrió a la banda izquierda. Nano recibió el balón y tras desbordar a su marcador, centró para que Enrique rematara, mas el extremeño no pudo llegar, obstaculizando a Falcón y fue en ese momento cuando Cristian abrió la lata, de media chilena.Nada más poner el balón nuevamente en juego el Celta protestó otra decisión arbitral: en esta ocasión la decisión de Hevia Obras de no señalar penalti después de un derribo de Nano González sobre Iago Aspas cuando éste se internaba en el área. El Cádiz, mientras tanto, siguió a lo suyo, monopolizando el balón, enlazando con calma y mordiendo cada vez que el Celta tenía la posesión para robársela. Así, Ogbeche gozó de una muy buena oportunidad después de recibir un balón largo de Tristán, pero su lanzamiento orientado fue despejado por Falcón, que la dejó muerta en el área. Tristán recogió la pelota, pero estuvo demasiado lento y no pudo marcar el segundo gol del encuentro. A la contraEl Celta lo intentaba pero no podía. Después del disparo de Iago tras un centro de Saulo que despejó a corner Casilla, el Cádiz mató el partido en una contra de libro. Fragoso interceptó en el área una pelota botada desde la esquina por Trashorras y se la cedió a Tristán. El de La Algaba desplazó el balón en largo buscando a Enrique Ortiz, que estaba solo en campo vigués. El extremeño corrió tras el balón, perseguido por defensores celestes y, cuando pisó área, batió a Falcón con una preciosa vaselina. 2-0 y delirio en las gradas de Carranza en el primer cuarto de hora de partido.El Celta acusó el mazazo y, a pesar de hacerse con el control de la bola, lo hizo de una forma mansa, sin saber qué hacer con ella. El único futbolista que intentaba inquietar a los defensores cadistas fue Iago Aspas, que estuvo muy activo en todo momento. Pero delante había un Cádiz dueño y señor del partido: sólido atrás y brillante en ataque. Las intentonas celtiñas eran desbaratadas sin problemas por Silva, Fragoso o Erice, quienes rápidamente buscaban a Ogbeche para montar otra contra. En estos minutos destacaron algunas jugadas entre el nigeriano y Tristán, que eran truncadas con esfuerzo por Falcón o sus defensores y que fueron recibidas con alegría por la afición presente en el estadio.Al borde del descanso e inexplicablemente, el Celta consiguió meterse nuevamente en el partido tras lograr marcar después de una bonita jugada que nació en las botas de Saulo. El extremo centró después de irse por banda y el esférico fue rematado en el área pequeña por Joselu después de que Iago dejara pasar el balón, despistando a Casilla y a los zagueros. Así pues, 2-1 al final de los primeros cuarenta y cinco minutos, con cierta incertidumbre por el reciente gol visitante después de lo visto a lo largo del encuentro.

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 Jaume Costa jugó los ultimos 12 minutos tras sustituir a Cifu con molestias.

No se hizo esperarPero esta inquietud duró el tiempo de descanso, puesto que nada más reanudarse la contienda el Cádiz logró dinamitar el partido, marcando el tercer y definitivo gol. Nada más sacar de centro el balón le llegó a Nano González, quien colgó un buen balón que Tristán aprovechó para batir a Falcón con un magistral zurdazo de volea. Era lo que le faltaba al delantero andaluz, que realizó un partido muy serio y completo. A pesar de ello, el Cádiz quería más y Enrique gozó de una muy buena ocasión en estos minutos iniciales para batir al meta celeste, pero su disparo desde fuera del área se marchó alto. Este gol tan tempranero supuso un auténtico jarro de agua fría para los de Eusebio Sacristán, que no pudieron reaccionar a pesar de que el Cádiz les cedió por completo la iniciativa del partido, a la espera de hacer el cuarto en algún otro contragolpe. Finalmente esto no pudo darse y el encuentro acabó con el 3-1 en el luminoso, un resultado que dejó a todos los aficionados cadistas satisfechos después de los malos resultados de las jornadas anteriores.

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