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| El Puente de Rande, en el Estuario de la ría de Vigo. El mejor lugar para tirar las piedras.Foto: vigoenfotos.com |
Los datos que nos ofrece R. Rivero en su artículo “…Que tire la primera piedra” son, en su mayoría, indiscutibles. Quizá olvida cómo consiguió el Cádiz los tres puntos ante el Nástic y ante el Almería. Sin embargo, sólo quiero entrar parcialmente en ese debate. Pretendo únicamente compartir unas valoraciones sobre el que es, desde mi punto de vista, el gran problema de nuestro Cádiz Club de Fútbol. Parafraseando al amigo Rivero, el Cádiz es el que debe tirar la piedra. La piedra, la losa o como queramos llamar a la pesada carga que transporta el equipo amarillo sobre sus espaldas. Desde mi punto de vista, el Cádiz es un equipo relativamente escaso de recursos. Se trata de un plantel bien confeccionado y compensando para las capacidades económicas del club amarillo, pero con menor calidad que la mayoría de los demás bloques que compiten con él en la lucha por el ascenso (quizá ahí encuentres, querido Roberto, por qué el Elche, el Celta y el Alavés ganan tantos partidos a lo justo: porque tienen jugadores desequilibrantes).
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| El aspecto sicológico también sabrán solventarlo |
¿Cuál era la característica que definía al Cádiz y que le llevó a situarse durante tantas semanas en la cabeza de la tabla? La alegría, la frescura, el descaro… Por desgracia, eso se ha perdido. Desde que en el Carranza sólo se habla de ascenso al Cádiz le cuesta un mundo superar las adversidades, ponerse con el marcador a favor, hilvanar juego,… le cuesta un mundo todo. Los jugadores del Cádiz cargan con una piedra demasiado pesada para sus espaldas, con la presión de una ciudad, de una provincia que quiere reverdecer viejos laureles y quizá no están preparados para vivir con esa obligación, con ese anhelo.
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| Vigo y su Bahía, buen lugar para tirar las piedras |
Me parece absurdo que alguien aproveche la situación para vender moneditas con los rostros de los “artífices de un sueño”cuando ver al Cádiz sobre el césped en los últimos partidos en Carranza es una auténtica pesadilla. No porque se juegue regular tirando a mal, que también, sino porque se ve que los jugadores están incómodos, tratando de deshacerse del balón lo antes posible, abusando de los pelotazos (o pases largos), sin triangular, sin calma,… sin pensar: sufriendo. Se necesita un trabajo psicológico de primera categoría con estos futbolistas para que recuperen el gusto de jugar juntos, el placer de llevar un escudo que tanto significa y puedan volver a dar el 120% cada uno de ellos. Se necesita que abandonen la piedra que cargan sobre sus espaldas. A ser posible que la tiren en la Ría de Vigo. por Valdanito, socio cadistasfin@
