¡Que bote el «linié»!

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Ramos Ferreiros, el más bajo de los tres,  el día de la visita del Numancia a Carranza. Un tío simpático. Foto: Archivo cadistasfinos.com

¡Que bote el «linié»!(Lo que el Carranza no ve)La unanimidad es absoluta en todas las crónicas. Carranza era ya una fiesta al cuarto de hora de partido. Todo era «Felipcidad» en una grada que pronto empezó a tener la cabeza en el domingo de coros, en el gol de Natalio, o en los cajonazos del Falla. Como otro aspecto que ayudó a ello fue la guasa con la que, incluso antes de iniciarse el repertorio chirigotero de Los Charros, recibió «el respetable» a uno de los jueces de línea de toda la vida, ahora árbitro asistente, cuando se disponía en veloz carrera a colocarse en la banda de preferencia, después de revisar el estado de las redes, y antes de que su «Jefe», Ignacio Iglesias Villanueva diera comienzo al espectáculo.Pero no quedó ahí el guiño de complicidad con el asistente. El Salamanca, en lo que luego fue espejismo, comenzó atacando el partido, y fue Enrique José Ramos Ferreiros, que así se llama el hombre de la bandera de preferencia, quien cortó el avance marcando fuera de juego. No una, sino en dos ocasiones. Gesto pinturero, bandera arriba y que saque Armando. Menos mal. En la segunda, Javi López se enfadó bastante…  Sería por eso cuando a partir del minuto trece ya se empezó a más que ver que el partido estaba más que encarrilado, uno de los cánticos que hicieron sonreir a todos fue aquel de ¡Que bote el «linié»! con idéntica música al clásico ¡Que bote «Carranza»!. Con 2-0 en el marcador, la sorpresa fue ver a Ramos Ferreiros dar un pequeño salto, eso sí, muy disimulado, en lo que bien pudo ser un gesto de complicidad a lo que se le demandaba vox populi. Un amigo.

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