Las acciones del Cádiz

No es el dinero, sino “las acciones” ….

Un título de un accionista minoritario. Una acción, 5000 pesetas. Aunque ahora valen menos.

Si nos atenemos a las informaciones publicadas por casi todos los medios, la coincidencia es clara. No es el dinero, sino “las acciones” las que impiden que ya se haya sellado el cambio de llaves en el club amarillo. La opción que aglutina Baldasano, la más cercana a llevarse al Cádiz, ve con preocupación dos aspectos de los que quiere asegurarse bien antes de irrumpir en el accionariado de la SAD amarilla.

Si bien ya era conocida una de ellas, la opción de compra que el grupo ADA conserva sobre el paquete que en su día le vendió a Muñoz; la otra ha cogido por sorpresa a la mayoría de cadistas, y es la no presentación en el Registro Mercantil de ninguna cuenta del Cádiz desde el año 2003. Si a Muñoz no han sido pocos los que han tildado su gestión en lo económico de poco transparente, asuntos como este quizás merecerían una explicación oficial por parte de los actuales mandatarios cadistas.  Cabe recordar que en el verano del 2003 fue cuando hubo una ampliación de capital obligada por la LFP. La ampliación, que fue suscrita en su totalidad por varios miembros del Consejo, fue coincidente con el ingreso del Cádiz en la liga profesional. Es desde esta fecha, la de mayores ingresos económicos, de las que no constan datos en el Registro Mercantil.

Esto supone entre otras cuestiones que impide otras inscripciones como una ampliación de capital o una venta. Y ahora estarán como locos por prepararlas para poder depositarlas y poder vender.

Es por tanto esta cuestión la que más preocupa salvar al grupo de Baldasano. De hecho, la Voz de Cádiz, informa que durante más de de cuatro horas estuvieron reunidos en Madrid, los abogados de la parte del empresario gaditano con Francisco Hidalgo, jurídico del despacho sevillano Cuatrecasas y que Muñoz ha contratado para que le asesore para salvar este entramado jurídico. Siempre según el rotativo gaditano, los  problemas burocráticos se vieron reducidos a la mínima expresión llegándose finalmente a un acuerdo formal.