La mordida de Lobos derrotó al Málaga

El Cádiz se queda con 29 puntos y acumula 9 partidos sin perder

Cádiz C.F 1 Málaga C.F 0

Setenta y días sin marcar un gol en Carranza. Las mismas hojas de calendario, cuatro encuentros, hacía que el Cádiz no ganaba un partido en su estadio. Hoy se rompió por fín la racha y el Cádiz, sus seguidores, va a afrontar la tarde del domingo con la tranquilidad de haber acabado con una pesadilla, la del cero a cero.

El Cádiz ha derrotado al Málaga C.F en un partido muy competido, con un primer tiempo de clara superioridad amarilla que le hizo merecer llegar al descanso con ventaja para afrontar el segundo en superioridad, pero no fue así. Especialmente, Pablo H,  Sesma y Cacique pudieron haber batido al guardameta Françes Arnáu.

En la segunda mitad, el marcador seguía sin moverse. José tomó riesgos y afrontó el último cuarto de hora casi con cuatro delanteros en la práctica (Lobos, De Paula, Cacique y Sesma), y con Sergio Rodríguez (había salido por Miguel) y Fleurquin por detrás. Pese a contar con mayoría de números jugadores ofensivos sobre el campo, y cómo suele suceder, era el Málaga quien más metido parecía en el último tramo del encuentro. De Quintana se había roto la naríz y para complicar más la cosa el técnico  Muñiz sacó del campo al pequeño Edgar por el gigante Pablo Couñago. Al mismo tiempo, José optó por cambiar de lateral a Vella, poner a Jesuli en el suyo y a Raúl López como ocasional central.

Cuando el cuarto arbitro señalaba la tablilla con 3 minutos de prolongación, pocos pensaban que el fútbol iba a ser benévolo con el Cádiz. Nadie se acordó de Goittom ni de Armando en la Condomina. Nadie excepto Lucas Lobos y Arnáu. Nuestro Luquitas, al que se le debe exigir muchísimo más, remató mordido un balón que le vinó del cielo y de la cabeza de De Paula. Fue una volea pifiada, pero de las que hacen daño, y si no que se lo pregunten al portero malacitano, que se encargó de ejecutar la máxima de que el fútbol te da siempre lo que te quita.