La marcha más del Cádiz le gana a la Balona

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 Villar y Airam. Airam y Villar. Una pareja para tres golescad_bal_02.JPGOnce de Agné. Once inédito en Carranza que sólo duró siete minutostras la salida por lesión de JM Belfortti.

Por segundo partido consecutivo en Carranza, el Cádiz se ponía por delante antes del minuto de juego. Esta vez el gol no vino precedido de un fallo clamoroso del central como facilitó la zaga del Almería B, sino a través de una fulminante contra iniciada por Luque, para que Airam Cabrera, desde propio campo, pusiera el balón a la espalda de la adelantada zaga balona. Como una flecha penetró Juan Villar para después de controlar en carrera y nada más pisar el área, superar la salida a la desesperada de Lolo Soler. Era como empezar el encuentro 1-0, encarrilando un triunfo que se antojaba fundamental para calmar los nervios de una afición en gran parte de uñas por el despiste en El Carpio de hacía una semana.

Todo se ponía de cara, pero iba a durar poco la alegría a Agné que de nuevo volvía a fruncir el ceño al tener que retocar la defensa por un nuevo imprevista. Era Belfortii que a los seis minutos pedía el cambio. En su lugar entró Dalmáu, pasando Ceballos a la demarcación de central diestro. Como ocurriese en tierras cordobeses un giro inesperado que le hacía gastar ya uno de los tres cambios. Ni eso paró la acometida local ante una Balona que parecía no estar en el encuentro. Tanto es así que a los once minutos se cambiaron las tornas y esta vez era Villar quien lanzaba al espacio a Airam. El canario, inspiradísimo, ejecutó con su zurda elevando de forma magistral por encima de Soler. Un gol, una genialidad, de futbolista de Primera, y de lo mejorcito se ha marcado en Carranza en mucho tiempo.

Con el 2-0 cuando todavía no se había cumplido el cuarto de hora se antojaba un partido que se iba a hacer largo para la afición. Se presumía clave para asegurar el triunfo llegar al descanso sin encajar goles, y a eso jugó el equipo de Agné durante una buena fase del primer tiempo. La Balona poco a poco inquietaba a Alejandro, especialmente en las botas del excadista Sergio Ortiz a balón parado, y también con un incordiante Juampe, el mejor visitante. No pasaba apuros el Cádiz que veía como el primer tiempo caminaba con placidez hasta que una pérdida de balón de Luque en la que el colegiado López Amaya no apreció falta terminó el balón suelto al borde del área y desde ahí la enganchó por sorpresa Copi batiendo a Alejandro. No se había cumplido todavía la media hora y el partido tomaba otro color. Fue este el momento clave del partido, pues en vez de meter a la Balona en el encuentro propició un renacer amarillo con varias ocasiones muy claras. Especialmente activo Perico, de nuevo titular, que desde la banda derecha movió bien al equipo. En un ataque que partía de esa banda era Villar el que era claramente derribado por Olmo. Un penalti que no desaprovechó Airam, llegando al descanso de nuevo con un marcador tranquilizador, dejando en anécdota el tanto de Copi. El susto había pasado.

En el descanso Escobar dejaba en la grada a Hugo Díaz, saliendo en su lugar el espigado Samu. Un Cádiz que, como se esperaba, salió contemporizador y con la idea de controlar a la Balona en ataque concediendo pocos espacios, sin arriesgar y tirando de oficio. A la hora de partido el guión amarillo ya fue claramente conservador en esta línea, propiciado por la entrada de Mikel Martins por Luque, para luego Kike Márquez suplir a un exhausto aunque poco efectivo Kike López. Cuarenta y cinco minutos en la que hubo dos grandes ocasiones, ambas salvadas in extremis por los porteros con dos buenas paradas, dejando finalmente el encuentro en un 3-1 que puede considerarse justo.

 

  

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