Jose le cambia la cara al Cádiz


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 9 puntos en 3 partidos. González ha enderezadoel rumbo del submarino amarillo en tres semanas. Ahora llega lafase de meter velocidad crucero hasta el final de liga.

Tres de tres. Jose González sumó su tercera victoria al frente del equipo. Un equipo que, por tercer encuentro consecutivo, fue capaz de mantenerse imbatido. El Cádiz ha cambiado de aires, ha cambiado de imagen y ha mejorado bastante. Defiende con mayor intensidad, acumulando muchos hombres atrás y sin perder de vista el marco contrario. La mejoría del equipo es visible: ha vuelto a situarse a un punto de la cabeza y, poco a poco, va aumentando su fiabilidad.Ante el Puertollano el Cádiz hizo un partido muy serio. Sin florituras, con las ideas claras y los conceptos asumidos superó en todas las facetas del juego al contrario, que fue un mero espectador más del juego amarillo. De hecho, en muchas fases del encuentro el combinado local que vivió su primera derrota en su precioso y nuevo estadio- tuvo que conformarse con correr como pollo sin cabeza tras el balón, siendo incapaz de entrar en contacto con él. El Cádiz fue intratable: desde el primer minuto salió con la intención de superar el envite con victoria. Un arranque que sorprendió a un rival mermado por las bajas y en su moral, que planteó el encuentro por la vía física y que acabó descentrándose en absurdas reclamaciones al árbitro. Jose sorprendió con la inclusión de Baquero en el lateral en lugar de Diego Reyes. Y lo que parecía un planteamiento reservón, de salir a especular, fue todo lo contrario. El equipo tuvo en Carlos Caballero y Pachón a sus dos puntales ofensivos. El centrocampista jugó a un gran nivel, muy inteligente, controlando el juego y buscando espacios imposibles para romper a la defensa local. Pachón, por su parte, estuvo resolutivo: primer doblete como cadista, a pesar de las dudas que hubo a lo largo de la semana sobre su concurso en Puertollano. En el centro del campo cuajaron un gran encuentro Jurado y José Miguel Caballero. El canterano, muy batallador, se anticipaba la mayoría de las veces a las jugadas de toque del Puertollano. Le facilitó enormemente el trabajo a Jurado, que ya no está tan solo para mantener el orden en el mediocampo. Parece que, definitivamente, José Miguel Caballero se ha ganado la confianza del entrenador a base de trabajo y esfuerzo. En defensa, la actitud del equipo fue ejemplar y, si bien hubo algún pequeño despiste, no empañó el buen trabajo del colectivo. El momento en el que el Cádiz peor lo pasó fue tras el descanso, cuando el Puertollano hurgaba en la banda izquierda, en la que Baquero achicaba aguas como podía. Campos nunca estuvo en peligro, ni mínimamente inquieto. Mérito de todo el equipo. El planteamiento del encuentro fue inteligente y efectivo. Sin complicaciones, sin experimentos ni excentricidades. Los tres cambios del Cádiz fueron lógicos, metiendo hombres de refresco del mismo perfil que el que se iba. El equipo no dio un pase corto innecesario, del mismo modo que tampoco realizó un desplazamiento en largo de más. Cierto es que la última media hora de juego sobró, pues el Puertollano fue incapaz de meterle emoción al partido y el Cádiz supo dormirlo, sin asumir riesgos innecesarios.Jose González le ha cambiado la cara al equipo. Ha logrado que recupere la autoestima, que se sienta un grupo ganador. En ningún momento le faltó intensidad al equipo, del mismo modo que no le faltó al propio técnico, que no paró quieto en el banquillo. Ni en los intervalos en los que llovió. Durante los noventa minutos de juego estuvo gesticulando, corrigiendo a sus jugadores. Dijo en su presentación que no iba a permitir que nadie trabajara menos que él y está dispuesto a cumplirlo. También dijo que este encuentro en Puertollano serviría para calibrar el estado del equipo. Tras él, el diagnóstico está claro: el equipo marcha bien, con buena salud y en clara progresión.

Autor:Belmonte

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