El Lolo: La importancia del sexto hombre
El Lolo gana adeptos
Que el gol de la victoria logrado el domingo por Sesma, haya tenido como actor principal al uruguayo Estoyanoff, con su fuerte disparo con la derecha que sólo pudo desviar el cancerbero Auote parece ha abierto en cierto sector del entorno cadista el debate por si ya llegó la hora de que el «Lolo» salga de inicio. Dos hombres por puestos, la máxima con la que se ha conformado la plantilla cadista, y que se ha cumplido en todos los puestos, menos en la elección de un doble de Pavoni, tiene en el puesto de extremo derecho una de sus principales disputas. Visto lo visto hasta el momento, tanto en pretemporada como en liga, Enrique ha dado muestras de más regularidad en su juego. Ello, unido a que conoce las rotaciones y permutas del bloque mejor que el Lolo, le hace partir con cierta ventaja. No obstante, el 10 amarillo aprieta fuerte y es de los refuerzos el que se vislumbra como mejor colocado para el asalto al once tipo de Espárrago. Aunque, y quizás es algo que deberiamos todos de aprender del basket -donde el equpo titular apenas tiene importancia- el banquillo es básico en cualquier deporte de conjunto. De ahí la frase acuñada en el deporte de la cesta como «profundidad de banquillo», o la «importancia del sexto hombre». Ellos son los que ganan los partidos en la mayor parte de las ocasiones. En cualquier caso, y mientras el que de esto más entiende y los ve entrenar todos los días, decide cuántos minutos darles a cada uno, lo que si es más que evidente que el Lolo va ganando adeptos… sobre todo entre el sector femenino de la afición cadista.
