El inicio del 2010 fue negro en Carranza

No pudo ser de otra forma y el Cádiz empieza el año perdiendo en Carranza. Bastó un solitario tanto de Fernando Morán para que el Nástic pescara los tres puntos en un mar de aguas revueltas que fue lo que, poco a poco, terminó siendo el estadio amarillo, con voces en contra de la gestión de Muñoz incluidas que tronaron cuando Gardeazabal Gómez ya había decretado los cinco minutos de prolongación del partido.

Como era previsible, el Cádiz notó en demasías las bajas. Especialmente las de Cristian, Alvaro Silva y Ogbeche. Pensó Gracia en el valencianista Jaume Costa como falso exterior zurdo de inicio. No lo hizo mal el cedido por los ches que se convirtió en el l delantero más activo durante el primer período. Incluso pudo marcar con un fuerte zurdazo que se topó con el cuerpo de un defensor cuando el balón ya enfilaba las redes de Rubén Pérez.

Y es que César Ferrando planteó con una consigna clara: la de tener paciencia, sabedor de que tarde o temprano la previsible descoordinación en una zaga con dos hombres nuevos terminaría apareciendo. El Nástic había previsto cuatro hombres para incordiar a Casilla. Campano y Vicente en las bandas con Morán a su aíre y con el espigado Roberto fajándose especialmente con Mansilla. Por detrás de ellos David Bauza y Miguel Angel en la contención, una pareja de las de mayor oficio de la categoría, algo que  dejaron bien a las claras en la lluviosa tarde. Ellos dos terminaron por desquiciar a Erice y Ormazábal. Precisamente en una salida del Cádiz surgió la pérdida de balón del argentino. El Nástis basculó a la izquierda donde Vicente encara a Cifu. El rubio alicantino en una acción de extremo extremo, consigue central al corazón del área chica. Y allí apareció Morán cual espigado ratonero del área para meter la uña lo justo para batir a Casilla.

El gol trajo los primeros pitos en Carranza. La defensa y el doble pivote presa de los nervios hacía presagiar malos augurios para lo que quedaba del partido. Del gol de Morán (que pidió en varias ocasiones perdón por su pasado cadista) al final del primer período nada de nada. Sólo una tarjeta a Erice por una entrada en el centro del campo.

Arriesgó Gracia con no quitar a Erice en el descanso. Lo peor fue que tardó sólo un minuto de su arriesgada decisión Marc Fachán se va de dos jugadores locales, pero cuando encara a Erice este se tira al suelo y derriba al lateral francés. Sabedor de que es la segunda el francés se muere y Gardeazábal ya lo tenía claro. Erice a la ducha.

Con la cuarta expulsión consecutiva a cuestas, Gracia introduce aíre fresco por Ormazábal. Es Abraham quien sale. Poco después le toca el turno a Tristán (le suple Fran) y ya casi al final un inerte Carlos Caballero releva al quizás mejor del Cádiz, Costa Jordá, que eso sí, daba muestras de estar agotado.

El transcurrir del segundo periodo fue un quiero y no puedo. Tristán no podía ni una vez ni con David Medina ni con Jorge, los centrales granas. Pudo sentenciar Roberto tras un garrafal fallo en el saque de Casilla que encontró la colaboración de Fragoso. De poco sirvió que Kiko salvara el mano a mano con el 7 del Nástic. El Cádiz, mal anímicamente, actuaba por impulsos. Muy bien esta faceta Cifu y Fran, que incluso llegaron a arrinconar en algún momento al visitante. Incluso Mansilla pudo al final lograr el empate, pero su disparo con la izquierda se fue alto.

La sorpresa quizás vino en que el cuadro de César Ferrando no matara el partido pese a las oportunidades de que dispuso. Ferrando no obstante fue a por ello y por eso apostó por introducir a José Mari y Redondo, dos futbolistas que serían titulares en cualquiera aspirante al ascenso. Su idea de refrescar el ataque le salió bien pero le faltó la guinda del segundo.

Con cinco minutos de prolongación, el encuentro terminó con Mansilla de delantero centro acompañando a Toedtli. Pese a los denodados esfuerzos, el Nástic fue mejor y los puntos volaron para tierras catalanas.

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