El Cádiz sigue con pilas

El Cádiz sigue con pilas pese que a algunos  les da por tirarlas.

En el minuto 67 de partido el Cádiz era equipo de Segunda. El equipo perdía por 0-2 ante una Real Sociedad que bien pudo sentenciar el partido en una de las muchas contras que tuvo. Hasta entonces el marcador no entendía como ni Riesgo, ni luego Alberto guardaban su puerta a cero. A partir de ahí, todo cambio. Marcó Estoyanoff y el partido se volvió loco. Goles anulados, conatos de agresiones. Mucho nerviosismo. Los cadistas veian como el reloj corría, pero las pilas amarillas seguían manteniendo el marcapaso latiendo. Hubo momentos de agonía. Todo se veía perdido. Hasta alguno, desesperado, las tiró al césped. Afortunadamente no pasó nada. Así recogió Esquinas Torres el incidente. En ningún caso se debe de justificar el tirar nada al campo, pero es que el partido fue de una tensión tremenda. El gol anulado a Sesma (¿cuántos van ya?)  lo fue por muy poco, y desde el campo era imposible ver con claridad la jugada. PÚBLICO En el minuto 85, a raiz de la señalización de un fuera de juego contra el equipo local, lanzaron al terreno de juego varias botellas de agua de plástico que no alcanzaron a persona alguna, y una pila de tamaño intermedio que me golpeó en la parte interior del brazo derecho. No necesité atención médica. En el minuto 88, antes del lanzamiento del penalty que supuso el empate, le lanzaron varios mecheros al portero del equipo visitante, sin llegar a golpearle. Finalmente, cuando nos disponíam os a abandonar el terreno de juego al final del encuentro cayeron varias botellas de plástico sin llegarnos a alcanzar.