El alargue fue esta vez amarillo. Ya tocaba…
El Cádiz pagó como antes le pagaban a él
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| Otro bolo más que cayó. |
Gracias a las ondas del Canal municipal y en riguroso directo, la afición amarilla ha podido ver como su equipo tiraba en Ecija el séptimo bolo de la pre-temporada. Lo ha hecho además sufriendo, incluso pidiendo la hora; aplicando una estrategia que seguro habrá de ponerse en práctica muchas veces durante la liga.
Pero antes de comentar nada decir que el Cádiz ganó 2-3 cuando perdía por 2-0 a los siete minutos del segundo periodo. Dos goles muy parecidos, ambos llegados con placenteros centros cada uno desde una banda ante la pasividad de un Armando que apenas tuvo trabajo.
La remontada cadista tardó en llegar. La comenzó Luquitas de pena máxima en el ecuador del segundo tiempo. A falta de ocho para el final, fue de nuevo Lobos quien marcaría el gol de la noche con un zurdazo inesperado que petrificó a Ariza. En la prolongación Enrique culminaba remontada mandando a gol una jugada que él había iniciado desde su banda. Y es que si hace sólo unos meses la calidad se le imponía al Cádiz cuando parecía tener alcanzado el botín, en esta temporada las tornas han cambiado. La cara de tontos se les quedó a los astigitanos es la misma que le quedó a la parroquia amarilla en el Bernabéu.
Como aspectos positivos a destacar la reaparición de Fernandito Morán y Enrique Ortiz tras estar dos semanas ausentes. César empezó de zaguero diestro y terminó en el centro. Acuña, que salió con desventaja amarilla en el marcador y con un Ecija cansado y con muchos cambios terminó participando en los dos últimos goles amarillos. Impresionante su detén de salto ante la experimentada zaga astigitana.
En resumen, una buena piedra de toque para saber que sin correr y sufrir no se le gana al Ecija.
