Ferrnando Alonso se queda con dos

Hace unos días (recordar aquí) hablamos del pétalo de siete hojas. Este fin de semana todo parece haber quedado en una guerra entre dos y con el resto de opciones, si no marchitadas, si muy mustias. Alonso podría aún tardar alrededor de quince días en decidirse y las opciones son las de Red Bull o la de Renault.En principio, la primera de ambas tendría una leve ventaja porque se ajusta más a la propuesta contractual del piloto y su entorno, o sea firmar solo por un año. Ello implicaría que para el 2009 el bicampeón del mundo podría estar libre para aterrizar en la poderosa escudería de Ferrari. Red Bull pagaría lo que fuese necesario por conseguir el sueño de tener a Alonso y a Ross Brawn, ex técnico de Ferrari aunque solo fuese inicialmente por un año. Si llega al equipo, Webber o Coulthard tendrían que abandonarlo. El problema es que aunque Toro-Rosso es el mejor equipo privado, no ha demostrado todavía estar en disposición de ganar, que es lo que quiere Fernando Alonso.Renault, por otra parte, se mantiene firme en su propuesta inicial. Briatore, su patrón, le ofrece firmar por tres años para hacer con su ex piloto un proyecto a medio plazo. Esa situación no convence en lo más mínimo a Fernando AlonsoSi bien inmediatamente a la ruptura del contrato con McLaren el piloto español tenía sobre su mesa hasta siete opciones, el paso de los días dejaron con posibilidades a las dos mencionadas, quedando fuera de plano, al menos por ahora, una importante opción como era Toyota. Por otra parte, allegados al piloto asturiano están esperando qué pasará con Renault, luego de que el 6 de diciembre tenga que comparecer ante la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) por la denuncia de espionaje a McLaren, luego de que los mismos franceses admitieran que en el 2006 tuvieron datos secretos de los ingleses pero que no los utilizaron. La cuestión fue cuando el ingeniero Phil Mackereth llegó a Renault en septiembre del año pasado procedente de la escudería británica, y trajo en su poder una información confidencial que la cargó en sus archivos personales de informáticas. Renault dijo que cuando advirtió la situación ordenó borrar todos los software que no le correspondían, devolvió la información a McLaren, no la utilizó, despidió a Mackereth y además, como si fuera poco todo eso, pidió una auditoria informática externa para salvar la culpabilidad futura de la marca francesa. Esa cuestión es la que deberá probar Renault ante la FIA para salvarse de una importante sanción si es que no logra convencer con su argumento. Ese complejo tema de “espionaje” también está incidiendo en Alonso, quien quiere menos problemas que los que ya tuvo y justamente no quiere caer en medio de una guerra entre las marcas en cuestión.Todo un jeroglífico el que le queda por resolver al bicampeón del mundo. Apura sus posibilidades para tener un volante competitivo para el año que viene. No es una decisión fácil.