Reseña histórica del Depor

logo_small_new.gifescu_depor.gifEl Depor se acerca a su centenario El Cádiz C.F visita el campo del R.C. Deportivo de A Coruña, uno de los históricos de la Primera División. El club gallego cumplirá nada menos que 100 años en 2006. Pero, sin lugar a dudas, han sido las últimas décadas las que han forjado la leyenda de los herculinos. La evolución que ha vivido el Deportivo en este período de tiempo ha marcado un precedente en el mundo del fútbol; y ha servido de ejemplo a todos los conjuntos modestos que sueñan con codearse con los grandes. El hombre clave en el nacimiento del R.C. Deportivo fue José María Abalo, un coruñés que decidió emigrar a Inglaterra para continuar sus estudios. Conoció el deporte del balompié en territorio británico, y a su regreso, no dudó un instante en comenzar a practicarlo con sus amigos y vecinos; convirtiendo la plaza de toros de la ciudad en terreno de juego. Pronto se unieron los principales deportistas de A Coruña, quedando fundado el Club Deportivo de la Sala Calvet, que no tardaría demasiado en convertirse en el R.C. Deportivo de A Coruña.los20_temporadas_en_primera.jpgHabría que esperar al año 1941 para ver a la entidad coruñesa en Primera División, no sin antes tumbar al Murcia en la complicada promoción disputada en Madrid. Eso sí, el Deportivo no pudo tener mejor debut en la máxima categoría del fútbol nacional, finalizando la temporada como cuarto clasificado. En las siguientes campañas, el club herculino coqueteó con el descenso, que se fraguó finalmente en 1945. Tres años después, regresaría a la élite para cumplir nueve temporadas consecutivas en Primera. En una de ellas, la 1949-50, incluso lograría quedar segundo en la tabla, a un solo punto del campeón Atlético. Fue el primer guiño al título liguero de un Depor que pronto sería Super.Sin embargo, en el año 57 comenzaría una larga travesía por el desierto. El conjunto coruñés pasaría nada menos que 35 temporadas sin durar tres consecutivas en Primera División. Cierto es que hubo ascensos aislados, cinco para ser exactos, pero no eran más que sueños efímeros. Además, todos datan de antes de 1973, con lo que podemos hacernos una idea de lo que este club sufrió, en campos de Segunda, Segunda B y Tercera antes de hacerse un nombre en el balompié español y mundial.Hay un hito que marca un antes y un después en la historia del Deportivo: la llegada de Augusto César Lendoiro a la presidencia, en junio de 1988. Con sus defensores y sus detractores, el dirigente de Corcubión sólo tardó tres temporadas en devolver al club a Primera. Los aficionados blanquiazules también saben que, en esa campaña (1991-92) en la que el club de sus amores regresó a la élite, hubo otro hecho crucial: la promoción. El Deportivo finalizó la Liga como decimoséptimo clasificado, tres puntos y un lugar por encima del Cádiz, circunstancia que obligaba a ambos clubes a jugarse la plaza en Primera con el tercer y el cuarto clasificado de Segunda División. Ambos conjuntos salieron victoriosos de sus envites contra Betis y Figueres, respectivamente. Sin embargo, el Cádiz descendería en la siguiente temporada, mientras el Deportivo escribía con letras de oro el primer capítulo de su afrenta a los grandes. Siempre de la mano del inolvidable ‘Zorro’ de Arteixo: Arsenio Iglesias, el técnico más querido de la historia del club.irureta.jpgTercer clasificado en la 92-93. Subcampeón, con el penalti de Djukic (tan famoso como doloroso), en la 93-94. Este año, en el que el club herculino perdía la Liga por el goal-average con el Barcelona, grabaría en el alma de todo el deportivismo una deuda. Desde aquel instante en que González agarró el balón chutado por Miroslav Djukic, la historia le debía una Liga al Depor. En la 94-95, la entidad coruñesa sería segunda de nuevo, pero conseguiría el primer título de su historia: la Copa del Rey, en una final que tardó dos días en completarse por el diluvio que azotaba Madrid. Diez minutos quedaban en el segundo asalto, suficientes para que Alfredo cabeceara a las redes valencianistas el balón que Djukic había dejado a once metros. Como cada vez que ha ganado un título, el Deportivo se hizo con la correspondiente Supercopa. En los siguientes tres años, se cuajó una buena temporada (tercero en la 96-97) y dos mediocres (mitad de tabla en la 95-96 y en la 97-98, con la fuga de Rivaldo).En la 98-99, llegaría desde el Celta Javier Iruretagoyena, auténtico artífice de la consagración del Deportivo a nivel europeo. Todavía queda quien no reconoce con justicia su trayectoria, pero el tiempo traerá de nuevo las vacas flacas y todo Riazor echará de menos al entrenador irundarra. Exceptuando la temporada 2004-05, última del vasco en el banquillo coruñés, siempre situó al equipo en puestos europeos. Fue sexto en su primer año, y en el segundo, saldó la deuda liguera que la historia tenía con el Depor (llevándose, por supuesto, también la Supercopa). No bajó los brazos, y fue subcampeón en las dos siguientes campañas (ganando la Copa y la Supercopa en la 2001-02) y tercero en la 2002-03 y en la 2003-04. Fue en esta campaña donde el proyecto de Irureta tocó con los dedos la gloria europea. Nadie presagiaba que el Deportivo se convirtiese en aspirante a ganar la Champions, tras perder por 8-3 con el Mónaco en la fase de grupos.depor_caparros.jpgSin embargo, los coruñeses se reivindicaron eliminando a los vigentes finalistas: ganó tanto en Riazor como en Delle Alpi a la Juventud e hizo una de las mayores ‘machadas’ que recuerda el fútbol moderno en semifinales. El 7 de abril de 2004 es una fecha imborrable en la historia del Depor. Dos semanas antes, el sueño europeo estaba a punto de agotarse. Tras adelantarse en el marcador de San Siro, los blanquiazules encajaban 4 goles del Milan en diez minutos. No obstante, dos semanas después, las ‘meigas’ visitaban Riazor. Sólo en la primera parte, los goles de Pandiani, Valerón y Luque daban la vuelta a la eliminatoria. Y en el segundo tiempo, el capitán Fran ponía un 4-0 que dejaba al todopoderoso conjunto italiano eliminado. Sería un sorprendente Oporto el que, de la mano de José Mourinho, derrotase al Deportivo en semifinales y se llevase la Copa de Europa contra el Mónaco.Ahí terminó la etapa de Irureta, aunque tanto el entrenador como el presidente Lendoiro se empeñaran en estirarla un año más. Como consecuencia, el equipo finalizó octavo; por primera vez fuera de Europa desde la llegada de Jabo. Una triste despedida para los capitanes Fran y Mauro Silva. El club reaccionó y contrató a Joaquín Caparrós como revulsivo. A pesar de la crisis económica que azota al Deportivo, el proyecto del técnico utrerano, basado en la cantera, ilusiona a toda la afición blanquiazul. Una afición que vuelve a pisar el suelo tras muchos años soñando. Años en que Riazor tuvo el gusto de contemplar, cada 15 días, las maravillas de futbolistas de talla mundial como Bebeto, Fran, Mauro Silva, Rivaldo, Djalminha, Roy Makaay, Naybet…Ahora, quedan las esperanzas depositadas en jugadorazos como Coloccini, Andrade, Valerón, Munitis o Molina. Han pasado los tiempos de bonanza, como dice Caparrós; pero de nuestra etapa más modesta siempre nos quedará algo: la ilusión. Esa ilusión que, seguro, nos llevará a hacer algo grande el año que viene. El año de nuestro Centenario. Web recomendada: RIAZOR.ORG

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