La cantera: Un problema y su análisis

cadiz_cortes.jpg   Fran, quizás el canteranode los últimos años que más oportunidades ha tenido.El tiempo demuestra que el no las ha aprovechado.
 

 “Afición, éxitos y cantera”. Tres pilares en los que debía asentarse el Cádiz de Enrique Huguet, supuestamente libre de la perniciosa influencia de Antonio Muñoz. La cantera, un pilar sobre el que se iba a apoyar el Cádiz que construyera, prácticamente desde cero, Roberto Suárez. La presencia de Rubén Díaz la pasada jornada sobre el césped de Carranza -más lo ocurrido con Dieguito- es una razón más que poderosa para reflexionar sobre la situación que actualmente atraviesa la cantera cadista.

 Existe cierta nostalgia de aquellos años gloriosos en los que la cantera cadista era un gran vivero de futbolistas, un verdadero pilar en el que apoyarse. Se habla mucho de la necesidad de “gaditanizar” al equipo, de volver a una base común, a un pasado brillante. Eran otros tiempos y considero que hacer referencia a ellos puede acabar causando más mal que bien.

 Lo cierto es que, cuando llegamos prácticamente al final de la temporada regular 2010-2011, el protagonismo que ha tenido la cantera amarilla en el primer equipo ha sido escaso. La cobardía y la desconfianza, por un lado, y el no merecerlo, por otro, han propiciado que apenas se cumpla, en lo referente a la cantera, la consigna de principio de temporada.

JUGADOR

POSICIÓN

PJ LIGA

G LIGA

PJ COPA

G COPA

Dani Miguélez

Portero

12

-13

1

-1

Pecci

Defensa

1

0

2

0

Tiri

Defensa

0

0

1

0

Rubén Díaz

Defensa

1

0

1

0

Germán

Defensa

0

0

2

0

Lolo Armario

Centrocampista

0

0

2

0

José Miguel Caballero

Centrocampista

20

2

2

2

Fran Cortés

Centrocampista

16

1

1

0

Dieguito

 Extremo

3

0

3

1

Los jugadores procedentes de la cantera cadista que han jugado esta temporada un partido en Liga o Copa del Rey con el primer equipo.

 Cobardía, porque en verano había cuatro canteranos en el primer equipo: dos que ya habían formado parte del conjunto en las últimas campañas -Dani Miguélez y Fran Cortés- y otros dos que, más que por méritos, parecían estar por la edad o porque el Cádiz era su salida más lógica y posible -Germán y José Miguel Caballero. Durante un breve período de tiempo pareció apostarse con más fuerza por Dieguito, aunque en cuanto los jugadores del primer equipo que jugaban en su posición estuvieron a pleno rendimiento, se le volvió a enviar al Cádiz B.

 De los cuatro canteranos con los que se contó desde el comienzo de temporada, el que mejor parado ha salido ha sido José Miguel Caballero. El chiclanero es un fijo en el centro del campo, después de que Vidakovic le diera la alternativa contra el Écija. Fran Cortés partía con el cartel de titular indiscutible, en el que se pensaba -un servidor se incluye- que iba a ser el año de su consagración. No va a poder quitarse el sambenito de “eterna promesa” del Cádiz, pues este año tampoco ha eclosionado y se le ha acabado el crédito. Dani Miguélez perdió el sitio a favor de Álvaro Campos, en el que iba a ser “su gran año” y cuando lo recuperó, se lesionó de gravedad. Germán, al que apuntaban desde hace un par de años como el central con mayor proyección de los escalafones inferiores, pasó con más pena que gloria por el Cádiz: se marchó en enero al San Fernando, sin haberse vestido de corto en Liga.

 Este panorama con los cuatro abanderados del filial en el primer equipo -sólo ha salido bien José Miguel Caballero, a base de mucho trabajo, pues le costó entrar en los planes de Vidakovic- es también muy sintomático de la realidad de la cantera cadista. Se presenta así, el segundo factor: la falta de merecimiento de llegar al primer equipo. Lo fácil es decir que al filial no se le dan oportunidades -parte de razón hay- pero hay que tener en cuenta que, a poco que hubiera en los escalafones inferiores del club un jugador que despuntara mínimamente, llegaría al Cádiz. Y más en la situación por la que atraviesa el club actualmente.

 Como muestra –aunque no es un canterano, obviamente- tenemos a Juanse Pegalajar. Un chico que llega de Tercera División -precisamente, la misma categoría en la que se encuentra el filial cadista- y que en teoría viene para ayudar al filial, como apuesta de futuro, que acaba asentándose en el primer equipo y liderándolo durante cuatro jornadas.

 No es que impere la cobardía -que también- sino que el nivel del filial no es el adecuado para el primer equipo en estos momentos. El jugador del filial no puede esperar que las puertas del vestuario del primer equipo estén abiertas de par en par, aguardando su llegada. Lo más seguro es que la encuentre cerrada a cal y canto, con pestillos, candados y cadenas. Una actitud más que generalizada, pues en el fútbol actual se prefiere el producto foráneo antes que el cocinado en casa; postura tal vez comprensible en los equipos adinerados, pero a todas luces ilógica en clubes más modestos, que deberían nutrirse de los frutos de su tierra. Por ello, el jugador del filial tiene que demostrar su valía, su calidad, su ambición. Derribar la puerta del vestuario del primer equipo, entrar en él y usurparle a quien sea el sitio para demostrar que merece estar ahí.

 Hacen falta más ganas y ambición. No hablo de que todo el producto que salga de la cantera del club tenga que ser como un perro de presa. La ambición, las ganas por triunfar y el amor propio no están reñidos con la calidad. Del primer equipo se van a encontrar con miles de trabas por entrar, por lo que deberían demostrar que están preparados jugando en el B. Y, francamente, a tenor de la clasificación del Cádiz B en el Grupo X de Tercera División -decimoséptimo, con treinta y tres puntos y a tres puntos del descenso- es difícil pensar que sus jugadores puedan estar preparados para jugar en el primer equipo en una categoría superior.

 Ese es el tercer factor, la desconfianza, que aumenta el miedo y se ve alimentada por el rendimiento del filial en sus partidos. El Cádiz B tiene jugadores como Juanito Argudo, Dieguito, Lolo Armario o Javi Catalán que perfectamente podrían estar en el primer equipo. ¿Qué falla? Tal vez, como en la sociedad en general, esperar a que una instancia superior te solucione los problemas. Esperamos, esperamos y esperamos, sin iniciativa, a que los problemas se solucionen solos o a que alguien venga y nos los arregle. Falta iniciativa. Falta ambición. Sólo así, se podrá vencer el miedo y la desconfianza de los jerifaltes de turno.

 Sólo así se ganarán un puesto más que merecido en el primer equipo, pudiendo jugar en el equipo de su tierra, en su estadio y ante su gente. Sólo así se podrá hablar de la cantera como pilar o bastón en el que pueda apoyarse el Cádiz. Mientras tanto, sólo serán palabras bonitas, que por culpa de las dos partes implicadas no llegarán a cumplirse. Hace falta una profunda reflexión del asunto, para que la cantera, verdaderamente, pueda ser un pilar de este Cádiz.

Autor:Belmonte

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