Las semifinales del Mundial sin Brasil … y con Zidane


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Ricardo, portero portugués y Zidane, protagonistas del día en Alemania

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Zidane, no falló. Ronaldo poco, y Ronaldinho no se le vio.

Los brasileños, súper favoritos al título, cayeron sin apelaciones en los cuartos de final, como en la misma fase perdieron en México’86 ante la misma Francia, en una tanda de penaltis tras un empate a uno en el tiempo reglamentario.

Tras la derrota frustrante de la final del Mundial de 1998 en la que Zidane anotó dos de los tres goles, Brasil encadenó la copa de Corea del Sur y Japón con siete victorias, y en el de Alemania, aunque sin convencer plenamente, había ganado cuatro partidos. El «salto de calidad» que esperaba Carlos Alberto Parreira, fue al vacío. Y ahora Francia se alista para enfrentarse a Portugal en las semifinales. El técnico había dicho que si no jugaban con gran nivel, volverían a casa. Profético Parreira. De entrada hizo hoy dos sustituciones en busca de poder ofensivo de Ronaldo al lado de Ronaldinho Gaúcho, como juega el astro en el Barcelona, pero nada les resultó. Apenas un remate sobre el larguero, a los 88 minutos sobre un Barthez que se creció en el final. Su colega Dida evitó dos ocasiones claras que pudieron haber repetido la goleada de 1998. El gol francés llegó en el 57. Balón parado. Centro primoroso de «Zizou» desde la izquierda que sobra a todo el mundo y frente al palo izquierdo de Dida, sin marca, Henry en un salto con la pierna derecha extendida para clavar el 1-0.3824316669.jpg Ronaldo, el goleador de goleadores de la Copa del Mundo (15 tantos), acudió a la cita de hoy con la misma intrascendencia que mostró hace ocho años tras sufrir convulsiones antes del partido. Incluso bajó permanentemente a su área ayudar en la marca. Señal preocupante, pues con el sutil toque de Zidane, la máquina francesa comenzaba a carburar y a continuación la presencia maciza en el área de Dida con Henry por el centro, Ribery a su diestra y Malouda por la izquierda, multiplicaba el trabajo de Lúcio, Juan, Gilberto Silva y los laterales. Qué dura resultaba la vida para el jugador que tenía que salir a contener el avance de los «bleus». O que lo digan Cafú, Juan y Ronaldo, que se fueron a los vestuarios con una cartulina amarilla, hecho histórico en la historia de una selección acostumbrada a sufrir faltas. Si los zagueros luchaban a brazo partido, en el frente Ronaldinho Gaúcho parecía un espectador más. Kaká, metros atrás, parecía naufragar ante la cerrada oposición de Makelele y Vieira. Juninho Pernambucano, que había ingresado en el puesto de Ronaldinho, tuvo que retroceder para ayudar en la contención a Gilberto Silva y Zé Roberto. Francia, como anotaba ayer Carlos Alberto Parreira, adormeció el juego, aunque meciendo permanentemente el área de lo brasileños con centros cruzados desde las bandas en busca de la cabeza de Henry.2518888501.jpg Sobre le final del primer tiempo, Zizou, eludió en una sola baldosa a tres rivales en la mitad de la cancha y dio un pase milimétrico a Vieira, que solitario partió rumbo a la meta de Dida. Juan lo derribó por detrás, a pocos metros del área. Tensión verdeamarilla. La tarjeta pálida del español Luis Medina Cantalejo resultó barata para la acción desmedida del zaguero del Bayer Leverkusen. El remate de Vieira fue frenado por Ronaldo en la barrera y el nuevo remate, al borde del área, cierra con tensión de filme de suspense uno de los mejores primeros tiempos del Mundial. En el segundo tiempo Francia mostró lo que quería: un centro de Zidane y Vieira que envía desviado su cabezazo libre (m.47), un taconazo de Henry que no alcanza a conectar Vieira (m.51)… Y Brasil no aparecía en la cancha. Sobre los 76 minutos Raymond Domenech comenzó a cerrar su tienda al meter a Sidney Govou por Ribery, que hasta entonces daba dolor de cabeza a los zagueros, pero mantuvo su actitud amenazante con el ingreso de Sylvain Wiltord en lugar de Malouda. Parreira envió a Adriano, Cicinho y Robinho, dejando así el más ofensivo equipo en su paso por el Mundial. Las acciones se concentraron en la portería de Barthez. Brasil jugaba a matar o morir. Y cayó ante un adversario que no sabe perder en cuartos de final.

Autor:Redacción y Agencias

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