Larrionda y Rosetti protagonistas por sus errores clamorosos

LOGO_SUDAFRICA.jpgDos errores garrafales favorecen a Alemania y ArgentinaDos errores tremendos. Imperdonables. Errores garrafales que condicionan una eliminatoria. En la segunda tanda de partidos de octavos de final del Mundial de Sudáfrica los árbitros se han erigido en tristes protagonistas, jueces que han ayudado a un equipo, allanándole el camino hacia los cuartos de final. Una pena, porque los dos partidos eran grandes, bonitos e interesantes. Una lástima que dos errores arbitrales hayan condicionado tanto partidos con tanta emoción. Dos errores arbitrales que han destrozado todo un Alemania-Inglaterra o un Argentina-México.Pasaron las dos favoritas, las que venían de hacer un mejor campeonato, pero la mala labor arbitral les ayudó bastante. Al igual que en el Mundial de 2006, en cuartos de final se verán las caras alemanes y argentinos, en otro gran clásico futbolístico. Viendo lo acaecido en octavos, cabe preguntarse por qué combinado optará el trío arbitral para ayudarle en caso de que sea necesario. Alemanes y argentinos recibieron una ayudita del árbitro cuando no la necesitaban: cosas así adulteran la competición, aunque por mucho que se hable de ello no se trabajará para solucionarlo.article-1187295-05153DF9000005DC-248_468x420.jpgUn gol legal que no subió al marcador y un gol ilegal que no se anuló fueron los errores. Imperdonables, aunque quizás más flagrante el segundo caso que el primero. Con 2-1 en el marcador y con Inglaterra apretando, se produjo la primera polémica. El jugador del Chelsea Frank Lampard controló un balón al borde del área y ensayó un fantástico disparo que impactó en el larguero, botó por detrás de la línea de gol y salió de dentro de la meta defendida por Neuer. Gol fantasma, pero legal, ya que el esférico traspasó la línea de gol, algo que no apreciaron ni el linier ni el árbitro. Fallo clamoroso, pero comprensible: es difícil decidir en apenas segundos si ha sido gol en una jugada tan rápida. rose1_164x100.jpgEl segundo error sí es imperdonable. México había disfrutado de hasta tres buenas ocasiones de gol, pero fue Argentina la que se adelantó. Un barullo en el área entre el portero azteca y sus zagueros fue aprovechado por Leo Messi, que disparó casi con la meta vacía. Antes de que el balón besara las redes de la portería, Carlos Tévez terminó de empujarlo con un remate de cabeza, aunque estaba muy por delante de la línea que marcaban los defensores mexicanos. Fuera de juego clamoroso, ante el que el árbitro apenas hace nada, optando por hacer que suba al marcador el gol ilegal. El colmo del despropósito llegó cuando en un vídeo marcador se vio la jugada repetida y, por tanto, se pudo constatar la ilegalidad del gol. Rápidamente los jugadores mexicanos fueron a indicárselo al árbitro y a su asistente, quienes, pese a ver la jugada repetida no dieron marcha atrás en su decisión. Vergonzoso que esto pase en la máxima competición por selecciones. Se echó de menos un poco de honestidad por parte del trencilla, que al ver la repetición debería de haber anulado el gol. Esto no fue así, y México acusó el golpe. Por lo tanto, los dos errores condicionaron mucho las eliminatorias, dificultando a los equipos damnificados una labor que ya de por sí era complicada: eliminar a dos conjuntos muy superiores a ellos. Dos errores que favorecieron a alemanes y argentinos, a los que no les hacía falta el favor arbitral.

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