Víctor en la prensa blanquilla

El mister habla para la prensa mañaFoto: JB/cadistasfinos.com

El Real Zaragoza es uno de los clubes a los que ha entrenado Víctor Espárrago en su dilatada carrera como entrenador. Fue en la temporada 96-97. De esos recuerdos, y del presente, es la entrevista que  Santiago Valero firma y publica El Periódico de Aragón.  «No me explico el puesto del Zaragoza, pero aún queda Liga»HISTORIAL NACIONAL DE MONTEVIDEO (83-85), RECREATIVO (85-87), CADIZ (87-88), VALENCIA (88-91), SEVILLA (91-92 Y 95-96), ALBACETE (92-94), VALLADOLID (94-95), REAL ZARAGOZA (96-97) Y CADIZ (04- )PARTIDOS DIRIGIDOS EN PRIMERA 305PALMARES UNA LIGA DE URUGUAY (1983)–Dirigió al Zaragoza durante nueve partidos en la temporada 96-97, ¿Qué recuerdos guarda?–Muy buenos, pese a que lamentablemente estuve poco tiempo. El trato fue excelente y siempre digo que era un equipo para quedarme unos cuantos años, ya que lo tenía todo. No había problemas y el grupo era bueno, con jugadores como Dani, Morientes, Kily, Gustavo, Aguado…. Pero salí muy pronto.–¿Le ha encontrado alguna explicación a por qué no triunfó en el Zaragoza? En otros equipos como Valencia, Sevilla, Albacete y ahora el Cádiz le fue muy bien.–Yo sólo he tenido dos ceses, en Valladolid y ése. El fútbol carece de lógica y, cuando los resultados no se dan, hay que tomar medidas. A veces cuesta más adaptarse a los futbolistas y éstos a un técnico y tampoco había mucho tiempo. Se creyó que lo mejor era mi destitución, llegó un gran profesional como Luis Costa, que conocía muy bien al equipo, y se logró la permanencia sin problemas.–¿Tiene la espina clavada?–No, pero sí la pena porque insisto en que el equipo lo tenía todo.–Para algunos la causa de su fracaso está en que no llegó centrado.–No es así. Fui con todas las de la ley, sin concesiones y a trabajar duro, como hago siempre. No pongo excusas: las cosas salieron mal y punto.–Sin embargo, dejó de entrenar después, en enero del 1997 y no volvió hasta el verano del 2004.–Tuve problemas familiares, ya que fallecieron dos de mis hermanos. Después de que muriera el primero me llovieron ofertas, pero fui honesto, porque no estaba ni para entrenarme a mí. Y, cuando me estaba recuperando, tuve el otro golpe. Esos años, salía de Uruguay con ganas, llegaba a Europa y éstas se desvanecían. Hasta que en el 2004 vine a Cádiz con la ilusión de antaño.–¿Mantiene contacto con los que estaban en el Zaragoza entonces?–Sobre todo con Luis Costa, pero también con Pedro Herrera, Manolo Nieves, Juan Morgado… Incluso con el presidente. Nos encontramos un día y nos saludamos efusivamente. No tuve problemas con nadie allí, sé que dejé amigos y, por ejemplo, si necesito alguna consulta les llamo.–Ascendió a Primera con el Cádiz y por ahora su equipo no está pasando apuros. ¿Dónde está el secreto?–En el grupo, sin duda, porque estamos bien, pero aún podíamos tener algunos puntos más, ya que nos faltó suerte. Este es el primer año en la élite, con muchos jugadores de Segunda, pero aquí hay un equipo sacrificado, generoso, esforzado, solidario y mentalizado de que va a tener que sufrir por la permanencia. Ahora, hay que seguir trabajando para que la autoestima siga alta.–Están sufriendo en casa, donde sólo han logrado cinco puntos.–Cuando se sufre es si no se crean ocasiones de gol y nosotros tenemos muchas. Así que no me preocupa, es cuestión de enderezar la puntería.–Están más arriba que el Zaragoza, al que aventajan en dos puntos. ¿Lo ven como un rival directo?–Lo que tenemos que intentar es que no nos supere. Hoy por hoy, el Cádiz mira hacia abajo y hay unos cuantos equipos, entre ellos el Zaragoza. Si no nos pasan es que estamos haciendo las cosas bien.–¿Cómo ve la crisis del rival?–Es uno de esos equipos que uno no se explica cómo están abajo, por presupuesto y por jugadores. Eso sí, esto no hizo más que empezar y queda Liga para rectificar. Al Zaragoza le deseo lo mejor y espero que salga de ahí, pero que comience a hacerlo tras visitar Cádiz.–¿Puede notar el Zaragoza el cansancio por jugar en Jerez?–No creo que les afecte. Tienen una plantilla compensada en la que hay que vigilar a todos. Savio, Ewerthon, Cani o Diego Milito son por ejemplo buenos futbolistas, de calidad, pero para que puedan desequilibrar el equipo tiene que funcionar bien. Si no, es imposible.–¿Sabe que Víctor se juega el puesto en Cádiz?–Lo he leído y oído. No escapo a esa realidad. Aun así, hay muchos partidos para reaccionar y el que mejor conoce al Zaragoza es Víctor. El que llegara podría ser un revulsivo, pero mientras toma contacto de su plantilla se le va un mes.