Recuerdos de un junio histórico

La visita del Real Club Celta de Vigo al Xerez de este próximo fin de semana, la segunda que hará el club olívico al estadio municipal de Chapin está rememorando episodios ya lejanos en el tiempo, aunque recientes todavía en las retinas de muchos aficionados, tanto de Vigo, como de Jerez.

Para nuestra sección “Dicen que el amarillo” reproducimos lo que “La Voz de Galicia” escribe sobre el “ascenso de mentira” que el club celeste celebró en Chapin un 5 de junio de 2005. Un episodio sin duda que ya forma parte de la historia de la segunda división y en la que en este caso, el Cádiz CF resultó beneficiado tras la Resolución de los Comités disciplinarios interpretando una normativa que no obstante ya era lo suficientemente clara.

celta_noascenso.jpgTony Moral, el protagonista el lunes, aguó la fiesta a más de uno. Fue pasar de la Gloria alInfierno para muchos de los que se alegraron aquel día.

Aquella fiesta que se hizo pesadilla

El Celta vuelve a Chapín donde solo jugó un partido oficial y lo ganó por 1-3 pero la alineación indebida de Toni Moral provocó que perdiese 3-0 y aplazó su ascenso

Año 2005. Mes de junio. El Celta juega su primer partido oficial en el nuevo estadio de Chapín. Quedaban tres jornadas para que concluyese el campeonato. El equipo vigués venció por 1-3 y selló en el campo su regreso a Primera. Celebración en la Praza de América y en Jerez, pero unas horas después todo se iría al traste.

El club vigués no podrá olvidar su último paso por Chapín porque significó una gran fiesta con un final inesperado. La denuncia de varios clubes de la alineación indebida de Toni Moral provocó que los celestes viesen como un partido que habían ganado por 1-3, lo terminasen perdiendo por 3-0 tras el fallo de los distintos comités.

Este sábado en Chapín puede que solo quede en el bando vigués, menos de tres años después, Jesús Perera. El delantero extremeño fue protagonista aquel día porque marcó el segundo gol del Celta y posteriormente fue expulsado cuando ya se encontraba en el banquillo -había sido sustituido por el argentino Sava-. El otro futbolista que queda en la actual plantilla viguesa es Canobbio. El uruguayo marcó dos tantos aquel día y fue junto a Perera uno de los grandes protagonistas de aquel ascenso. El uruguayo es probable que esta vez no pueda estar ante el Xerez por su esguince de rodilla.

Pertenecientes a la plantilla también queda Pinto, que aquel día jugó y le paró un penalti a Mena, pero que ahora está cedido. También está el caso de Borja Oubiña que sigue siendo propiedad del Celta. No estuvo en aquella cita de Chapín por lesión.

En el bando jerezano los supervivientes de aquella cita serán algunos más. Quedan los dos laterales, Francis y Mendoza, y los centrocampistas Pedro Ríos y Moreno. Aquel bloque andaluz aspiraba al ascenso pero se quedó muy lejos de las primeras plazas.

La afición local

El Celta llegó a ver aquel día como la afición del Xerez, los andaluces no se jugaban nada, se entregaba a la viguesa y cantaban juntos: «El Celta, es de Primera». Los seguidores locales sabían que el ascenso del club vigués perjudicaba a su eterno rival, el Cádiz, y no dudaron en sumarse a la fiesta de un estadio semivacío. La celebración celeste continuó tras el partido en el hotel, que curiosamente, está integrado en el propio estadio de Chapín.

Dos semanas de sufrimiento por una derrota en los despachos El Cádiz y el Alavés denunciaron al Celta tras su victoria en Xerez por alinear de forma indebida a Toni Moral. El Comité de Competición le dio la razón a estos clubes y el de Apelación lo ratificó. Le quitaron al Celta los tres puntos, le dieron el partido por perdido (3-0) y el celtismo vivió dos semanas más de pesadilla antes de ratificar definitivamente el ascenso en la última jornada en Lérida.

La alineación indebida se debió al artículo 107 del Reglamento General de la Federación Española de Fútbol, que dice que un jugador de un equipo filial puede jugar siempre con el primer equipo, excepto en las cuatro últimas jornadas del campeonato, en las que tendrían que darse alguno de los siguientes supuestos: que sea un portero, que haya actuado en todas y cada una de las cinco jornadas anteriores o a lo largo de la temporada en diez ocasiones, o bien que teniendo ficha de aficionados sea menor de 23 años. Toni Moral no cumplía ninguno de los tres requisitos. Solo había participado en cuatro partidos de los cinco anteriores. Y ya había cumplido los 23 años.

Había llegado al Celta tras jugar en los filiales del Madrid y el Barcelona y en el partido de Chapín fue de los destacados.

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