La óptica rojiblanca del partido

La crónica del encuentro del Cádiz, vista desde la otra orilla nos la ofrece esta semana Manuel Rosety, de El Comercio Digital de Gijón. El Cádiz, pese a la clara derrota, no sale mal parado, aunque de poco sirva.

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 Kike Mateo de esta manera marcaba el primero

Locura en El MolinónLos goles de Kike Mateo, Luis Morán y Diego Castro maquillan los errores defensivos del Sporting ante el mejor rival que pasó por Gijón y conducen al equipo hasta la segunda plazaLo que hoy queda es el resultado. 4-2. Los tres puntos. Ya son 27. Y la segunda posición en la clasificación. Pero el Sporting que ayer ganó al Cádiz no convenció. Y eso que el triunfo, los goles, desató la locura en El Molinón. El acierto ante la portería rival fue el factor determinante en una tarde de regalos defensivos y una serie de decisiones arbitrales que, en esta ocasión, ante la duda, el colegiado de turno barrió para casa. Alguna vez tenía que ser.El conjunto gijonés, que pudo contar con Barral, empezó el partido con más decisión que su rival, lo que le permitió adelantarse en el marcador. Kike Mateo fue más listo que la descolocada zaga rival.El tanto, lejos de dar serenidad a los rojiblancos, creó desconcierto por la incapacidad para frenar a Lucas Lobos. El argentino, que se movía entre líneas, provocó un desequilibrio tal que sembró nerviosismo en la zaga local, sin que nadie supiera cómo frenarlo. A su lado estaba Casas, casi sin que Nano y Enrique intervinieran. No hacía falta. Lobos y Casas se bastaban. Y ellos generaron el empate.spo_cad_01.jpgCon la igualada en el marcador, el conjunto gijonés buscó más la aproximación a la zona de Contreras, con Barral muy activo, pero sin fortuna en los remates. Le faltaba potencia. Por las bandas se creaba más juego, porque los centrocampistas no tenían su tarde más que para intentar frenar los contraataques rivales. El más desequilibrante era Diego Castro, a quien el argentino Gonzalo Vicente propinó un codazo cuando se iba sin balón.Calderón retrasó a Nano, pero pronto reaccionó con la presencia de un lateral específico. La entrada de Raúl López obligó a sacrificar a Ernesto, mientras que Lobos fue escorado a la derecha.El Cádiz era más convincente en sus ataques, por la endeble y desconocida defensa gijonesa. Los visitantes parecían convencidos de poder darle la vuelta al partido de una forma total, pero les faltó puntería, dentro del desconcierto defensivo gijonés. Pina, demasiado revolucionado, pudo ver la segunda tarjeta, por lo que fue relevado en el descanso por Luis Morán, sin modificaciones tácticas.El segundo tiempo se inició con menos tensión, con un Cádiz conservador y un Sporting acelerado. La monotonía la rompían Diego Castro, que le creaba complicaciones al impetuoso Vella, y Kike Mateo, que fue quien volvió a poner el marcador a favor en un cabezazo a centro de Canella.spo_cad_02.jpgComo ocurriera en el primer tiempo, la ventaja no sirvió para serenar a los rojiblancos. Lo lógico era reforzar el sentido defensivo, incluso ceder espacio al rival y salir al contraataque, sobre todo con un jugador más sobre el campo. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario. El Cádiz, con uno menos, volvió a crear complicaciones a la defensa gijonesa, sin que hubiera sensación de inferioridad numérica.Repetición de la jugadaEl Cádiz pudo empatar, en una caída de Gastón Casas, por un contacto con Gerard, en un centro vertical. El penalti lo lanzó el argentino, con engaño a Roberto. Sin embargo, el árbitro ordenó la repetición, por la invasión de jugadores al área antes de la ejecución, con la sorpresa de los visitantes. En el segundo intento, Roberto adivinó el lanzamiento y evitó la igualada.El Sporting tuvo su mejor fase, con aproximaciones de cierto peligro. Fue cuando Calderón se la juega con la entrada de Pavoni y Dani, para dejar a Fleurquin como pivote único y un mayor potencial en el vértice del ataque, con Dani y Casas de arietes y Lobos cerca.Sin embargo, la presión gaditana, pese a que creaba apuros con errores absurdos en la zaga gijonesa, obligaba a asumir riesgos. Y así llegó el tercer tanto, que dejaba el partido más encarrilado para los gijoneses, en una jugada protestada por los visitantes, por una plancha de Diego Castro ante Contreras, pero sin que existiera contacto. El árbitro estaba encima de la jugada.spo_cad_04.jpgEl partido era un correcalles, con continuas idas y venidas. Iván Hernández enmendó un error propio, sin poder de definición de Casas, antes del cuarto gol, en una sensacional acción de Diego Castro.A falta de cinco minutos, el tanto de Dani poco cambió la decoración de un encuentro que acabó con demasiada tensión. En el tiempo de prolongación, Gastón Casas dio un cabezazo a Diego Castro y el gallego le arreó un manotazo. Los dos a la calle cuando se jugaba el segundo minuto de los cuatro de prolongación.El Sporting consiguió un triunfo importante, pero esta vez no convenció. Hubo muchos errores ante el mejor rival que pasó esta temporada por El Molinón, pero acompañó la fortuna y también las dudas arbitrales se decantaron para el de casa. Toca corregir muchas cosas. Para celebraciones queda dos tercios de la competición. Y eso que el Sporting deja a cinco puntos al Elche, que es el siguiente en la tabla con opciones de ascenso.

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