Entrevista a Michael Robinson


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Extensa entrevista a «Robin».Con el «fair-play» no se juega. Quien lo conoce yasabe lo que piensa de ello.  

Sólo basta conocer un poco a Michael Robinson para saber que el inglés cambia el rictus cuando el tema de conversación se traslada al «todo vale para ganar». Hombre con un esquisito sentido del humor, sin embargo, el «fair-play» es algo más que dos palabras y un título honorífico en juego para él. De eso, del talante y de otras muchas cosas más, trata esta extensa e interesante entrevista que Ramón Flores en su blog http://www.diariosdefutbol.com realiza al cadistafino 2006. La reproducimos integramente para nuestros lectores. .-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-      .-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- Michael Robinson: Para el fútbol no basta el talento, también hace falta talante

Ramón Flores · 6 Marzo 2007

No necesita demasiada presentación Michael Robinson. Estupendo delantero en los ochenta, campeón de Europa con el Liverpool, terminó su carrera en Osasuna y decidió quedarse en nuestro país. Sus habilidades como comunicador y su conocimiento del fútbol le abrieron las puertas del grupo Prisa, donde fue el alma de El Día Después, quizá el mejor programa deportivo que se haya hecho en España. Actualmente compagina sus labores como comentarista en el Plus con la productora que ha puesto en marcha, Robinson Productions, y aún le queda tiempo para escribir en su nuevo blog, con el que pretende explorar el medio y a la vez lograr un contacto más estrecho con el público.

Robin nos recibió amablemente en su recoleta oficina madrileña, y durante más de dos horas de charla demostró el mismo talante abierto, la gracia y la simpatía que transpira cuando lo vemos por la pantalla. Así que no hay mejor fecha que esta previa de la Copa de Europa, con el Barça velando armas para Anfield, para compartir sus recuerdos reds, sus impresiones del fútbol británico y su idea del balompié como deporte y juego.

¿Qué es lo que más te impresionaba de aquel Liverpool en el que jugaste? ¿Compartir equipo con Rush, Dalglish, Souness?

Era el vestuario más humilde que habia conocido en mi vida. Y es que realmente el Liverpool era casi un movimiento. El Liverpool FC representaba el plebeyo. Como dijo antaño Bill Shankly, no es casualidad que se vista de rojo. Era el lugar más militante del sindicalismo, había una cierta pobreza en esta época. Recuerdo, por ejemplo, que estaba prohibido tener un coche ostentoso. Robbie Fowler se compró un Ferrari en cierto momento, y le obligaron a devolverlo. No podía llevar ese coche.

¿Llegaste a conocer a Shankly? Sí, pero no me entrenó. En aquella época, teníamos dos entrenadores, Paisley y Fagan, que se solapaban un poco. Y justo antes de salir, venía Sam, el encargado del vestuario, que nos llamaba y abría la puerta para coincidir con el estallido del Youll never walk alone. Y siempre el entrenador, decía, un poco como en Canción triste de Hill Street, cuando el capitán daba el último consejo antes de salir a patrullar: No olvidéis a esta gente. Era realmente representar algo. La humildad de mis compañeros era tremenda. Y eso que equipo era, tranquilamente el mejor equipo del mundo (¡al margen de que yo militara ahí!) Era realmente brillante, y sus valores también.

¿Qué recuerdos guardas de la Copa de Europa del 84? En la semifinal, jugamos fuera en el partido de vuelta contra el Dinamo de Bucarest. Yo estaba lesionado pero acompañé al equipo. Y en aquel entonces, no se disputaban todos los partidos a la misma hora como ahora se hace en Champions. La otra semifinal era Dundee Utd.- Roma y la sede de la final era el Estadio Olímpico de Roma. No recuerdo que habláramos sobre quién nos podía tocar o no. Nosotros ganamos en Bucarest, y en la vuelta, preguntamos a Barry, nuestro piloto (pues siempre llevábamos el mismo piloto, tripulación, azafata) cómo ha quedado el otro partido. Cuando Barry nos dice que ha ganado la Roma, ¡todo el avión lo celebra a gritos! Y yo, que creo que era el unico que queria que ganase el Dundee, le pregunto al capitán Souness, que era mi mejor amigo en el equipo: ¿Por qué están tan contentos, no sería mejor que hubiera ganado el Dundee? Me contesta: ¡Imagínate, tu primera Copa de Europa, y vas a hacer historia! ¡Vas a ganar en casa del anfitrión! Y digo yo ¿Y si no ganamos? Me mira extrañado y responde: ¿Cómo no vamos a ganar? ¿Si somos el mejor equipo del mundo! No se le había ocurrido a ninguno que pudiésemos perder. Siempre había una sensación que es muy reconfortante para un futbolista, que es saber que si lo haces lo mejor que puedes ganas seguro, mientras que si estás solo al 90% tienes la posibilidad de perder. Jugásemos donde jugásemos y contra quien fuera, estábamos muy confiados, pues si lo dábamos todo, la victoria estaba en nuestras manos.

¿Crees que esta confianza proviene del carácter inglés? El porcentaje de finales ganadas en Europa (aún más contando los años de exclusión) por equipos ingleses es altísimo.

Es muy competidor el inglés. No es soberbio, pero casi. El hecho de que es británico le quiere decir que puede ganar en cualquier sitio. Si tú lees los libros de Historia en el colegio, todos dicen que nosotros hemos llevado la democracia, algo decente, positivo, allá donde hemos ido. En ningún sitio encontrarás que éramos una banda de colonialistas. Mi hijo, con cuatro años, que iba a un colegio británico aquí en Madrid y me dijo lo que había hecho el primer día: Aprender el himno y cómo saludar a otro caballero con la americana puesta. Desde muy poca edad se les enseña cómo ser británico; ahora, comprender que en un momento dado invadimos otros países, pues le cuesta más. Y un inglés de la calle, convencido desde la cuna de que su país es el más democrático (ojo, la clase política sí es muy buena), jamás va a ser consciente de la parte negativa de todo esto. Parece que pensamos a veces qué sería del planeta sin nosotros.

¿Cúal crees que es el nivel real de la Premier League?

Las broncas que yo tengo sobre cuál es la mejor Liga Me acuerdo estando en Cerdeña con Vinnie Jones y unos turistas, empeñado él en que la inglesa era sin duda la mejor. Claro, después de leer el Guardian, el Times, todos los periódicos, ver la BBC ¿Quién va a dudar de eso? Somos los inventores. No se han dado cuenta de que en quince años de Premier League, la Liga de las Ligas, ha ganado una Copa de Europa el Manchester en el último minuto y una UEFA el Liverpool contra el Alavés. Y antes de la Premier era extraña la temporada en que no se ganaba algo en Europa. Somos la crème, pero no ganamos a nadie, Mientras tanto, España ha ganado casi todo. Pero bah, son españoles, un buen lugar donde ir de vacaciones Un lavado de cerebro. Pero no es real.

¿El nivel medio del club inglés es mas bajo que el español?

Depende de en qué. Hay gustos futbolísticos Todo depende. Puedo comparar sobre los clubes, y un club inglés de perfil bajo habitualmente está, como club, a un nivel altísimo. Cuando el Barcelona consiguió en el 92 la copa de Europa, el Southampton, que se había salvado en el último minuto de no descender, ganaba sólo cien millones de pesetas menos que el campeón de Europa. Entras en un club de futbol de Championship [Segunda], Derby County, Leeds, y es la cosa mas señorial que te imaginas. Con Lord algo en la directiva, ves cómo viajan, dónde se alojan, los principios que tienen, lo que representan, la jerarquía Solo hay que hablar con Iván Campo o Hierro sobre Bolton. El Bolton es el noroeste de Inglaterra, la industria de la lana.. La historia, la tradición, las formas. Bakero fue de prueba al Middlesbrough y le asombró el respeto con el que se hablaba al entrenador. La profesionalidad deportiva, los modales o la deportividad están a miles de años luz de España. Por ejemplo, un gran club juega en 3ª División, y no pasa nada. Porque la sensación es que los equipos vienen y van, pero los clubes permanecen. Un joven futbolista entra en la profesión, los padres le despiden con 16 años y cuando salen recogen un hombre. Eso es enseñanza.

¿Tú crees que eso se sigue manteniendo con la llegada de tantos extranjeros a la Liga inglesa?

En gran medida sí. Hablaba de esto con Poyet, cuando fue al Chelsea. A él le llamaban la radio, porque no paraba de hablar. Yo le hablé del Sindicato de Futbolistas, cómo cuidaba a los suyos. Era pecado fingir una falta. El Sindicato tenía informadores en todos los campos. Si un futbolista fingía un penalty, durante una semana era considerado persona non grata. Si reincidía, permanecía en esa lista negra, y recibía una multa. Si reincidía de nuevo, la sanción económica era durísima. Estábamos una vez cubriendo un Southampton-Tottenham, iban perdiendo los visitantes, y Nayim, spur por aquella época, se tiró. Y viene su capitán Gary Mabutt corriendo, y habla con él un rato. Termina el partido, y fuimos al bar de los jugadores. No es una sala de prensa. Los dos equipos van a tomar algo juntos, y yo conseguí una entrada. Es un ritual, si soy delantero centro, invito a una cerveza al central que me ha marcado, que viene con su familia, y charlamos un rato. Y allí nos enteramos de la bronca que le ha echado el capitán a Nayim: ¡Esto no se hace! ¡No se engaña al compañero! Pero no es un compañero, es un rival. No, es un compañero, el también está dándole de comer a sus hijos con esto.

Con quince años, mi entrenador-jugador era Bobby Charlton, y te enseñaba los valores; tocarla un poco y sí, vale, pero se centraba en valores humanos. Porque si no eres un hombre de verdad, algo acabará fallando. Habrá momentos en los partidos, la temporada, la convivencia, en que no será suficiente el talento, hará falta talante. Y por eso los chavales cuidan la equipación de los veteranos, y hacen los recados, limpian el estadio Es una disciplina, intentar hacer un hombre del futbolista joven. Y la trampa es un atajo que no cabe, que no vale. Yo amo el fútbol, Y hay ciertas cosas que no se hacen.

Hace poco se generó un interesante debate en Diarios de Fútbol, a cuenta del Atlético-Recreativo, donde el árbitro fue engañado sistemáticamente por los jugadores y recibió un torrente de críticas.

Yo tengo un punto de vista claro sobre esto. Hay una manera de pensar que dice que el fútbol es para listos. El fútbol es para deportistas, profesionales y caballeros. En ese partido Agüero mete un gol con la mano y Caparrós lo elogia. Me gustaría pensar si Caparrós piensa que es lícito, si él me roba yo le robo a él. Si llevamos esto al ámbito cotidiano, si uno roba el banco, yo también, etc. Eso es anarquía. En lo que a mí concierne, ciertas decisiones que yo he tomado vienen de plantearse: si yo hago esto, ¿se lo podría contar a mi padre o me mandaría a la cama sin cenar? Es decencia. Tu padre te envía mensajes, correctos o incorrectos, pero con el deseo de que su hijo sea un caballero.

Vi un día por la ventana a mi hijo en la calle jugando al fútbol con unos amiguetes, y se tiró sin que nadie le tocase. Le grité ¿Qué haces? ¡Levántate! ¡Esto no se hace! Y me contestó: ¡Si lo hace Stoichkov! Y yo me volvi a la cama, porque estaba perdiendo el tiempo, aunque luego me arrepentí. No vale ganar a toda costa. Con el Cádiz, si jugamos muy mal y ganamos, ole, que buenos somos. Y si perdemos jugando bien, nos volvemos locos y cogemos la depre Pues no. Si tú lo das todo y perfeccionars tu trabajo, independientemente del resultado, acabarás ganando más que pierdes. Como en el poema de Kipling: si eres capaz de ver al éxito y al fracaso como impostores, acabarás ganando más que pierdes. Un resultado es una anécdota. No tiene profundidad, y el comportamiento en cambio sí la tiene. Y si Agüero festeja que ha hecho trampa, no le perjudica esto en su rendimiento balompédico, pero yo lo veo como una carencia humana. Pero al menos el Kun es joven; me preocupa más esta actitud en Caparrós, un hombre de cierta edad.

Otro ejemplo. El Cacique Medina debuta en el Cádiz contra el Madrid, y el primer balón que le llega, lo controla en el área chica y se tira reclamando penalty. ¿Qué haces? Si estás pensando primero en la trampa, algo falla. Y luego vuelve a repetirlo. Yo me preocupé, y le dije a Espárrago: No me gusta esto ¿Y si nos pita penalty? contesta el entrenador. Da igual, está mal, y además los árbitros luego ya lo miran como tramposo. Y pasó, metió un gol con el pecho en Villarreal y se lo anularon.

En el mismo partido de Agüero, dos penaltis pitados, y después del partido un clamor. Pero el árbitro ha entrado a una trampa preparada, ha sido timado. Me parece terrible como ejemplo. A mi boda fueron seis árbitros. En Inglaterra se juntan tras el partido con los futbolistas. Y cuando el colegiado inglés salta al césped sólo tiene que preocuparse de arbitrar; el español, en cambio, sabe que todo el mundo va a engañarle. Entra al campo como a un campo de minas.

¿Los arbitros son menos dialogantes en España?

Es posible, pero es porque el árbitro sale a la defensiva, con todo el mundo engañándole, insultándole Es imposible que respete a los jugadores de ese modo. Siempre se le echa la culpa, se planifica la trampa contra ellos Jugaba yo en Osasuna, cuando acababa de llegar Sammy Lee, y me viene Zabalza, el entrenador y me dice Te hacen ocho o nueve penaltis por partido, tienes que tirarte. Y yo respondo que el penalty es un derribo, no un contacto, y que no pienso tirarme en el área. Sammy, que aún no hablaba español, me vio bastante alterado y me preguntó qué ocurría. Yo se lo expliqué, y Sammy dijo: Si hay que hacer eso, dígale al entrenador que se busque otro nueve y otro ocho. Y así se lo dije a Zabalza. Yo he ganado una Copa de Europa sin hacer trampa alguna. Prefiero entrenarme a dedicarme a engañar a los árbitros, no me sobra el tiempo.. Creo que nunca le he hablado mal a un colegiado, y por eso los ellos me consideraban un caballero. Yo me concentraba en el partido, y además, por mucho que protestes, no puedes cambiar nada.

¿Y cómo una persona con esa concepción tan británica del fútbol se hace hincha del Cádiz?

Eso es otra cosa. Cuando en el 87 yo aún jugaba en un Osasuna que era penúltimo, el último era el Cádiz, pero último último, vamos, que su nombre salía en la otra página del periódico. El Cádiz sólo había ganado dos partidos esa temporada. Era la liga del playoff, y en él el Cádiz seguía sin ganarle a nadie. Pero coincidió ese año que se decidió una reestructuración y sólo descendería un equipo. El presidente Irigoyen estaba en la LFP, y argumentó que si el Cádiz hubiera sabido eso, no se hubiera descolgado desde febrero. Asi que se jugó otra promoción, entre los tres últimos del playoff. El Cádiz tenia en aquella época a Mágico, que era increíble, y entre unas cosas y otras, y aunque era enemigo en la lucha, el equipo me resultaba simpático me resultaba simpático. Jugamos la promoción contra ellos y el Racing. El Cádiz empato en Santander y nosotros le ganamos al Racing, así que el Cádiz permaneció. Y yo pensaba: En Cádiz saben algo que no sabemos los demás. ¡Cómo han podido salir de ésta! Así le cogí cariño al equipo, al público Y luego, año tras año, se salvaba en los últimos cinco partidos, un milagro. Me hice aficionado, después socio, más tarde accionista, y como lo sacábamos tanto en el Día Después, me dieron la insignia de oro y brillantes del club. También me involucré en una asociación benéfica de Cádiz, y cuando el equipo se vio con el agua al cuello, no tuvimos más remedio que echar una mano para salvarlo.

¿Y cómo os encontrasteis aquello?

Pues mira, por ejemplo, en la secretaría técnica sólo había dos videos. ¡Y uno de ellos era del Mundial 82!. No había ni línea telefónica Era tremendo. Yo siempre intento ser políticamente correcto y a la vez decir lo que pienso; la economía de la verdad, que se llama. Cuando conseguimos ascender, yo era directivo de Canal Plus y directivo de un equipo de Primera, y pregunté a un periodista amigo si esa situación podría ser problemática. Me contestó que un mal pensado podía pensar que había un conflicto de intereses. Y yo, por ejemplo, nunca he sabido por Canal + ningún tipo de datos de ingresos de televisión ni nada parecido. Pero yo sentía que tenía que elegir entre una de las dos cosas, así que contra lo que todos pensaban, dejé la directiva de Canal Plus. Y a veces hasta me afectan las derrotas del Cádiz (y del Liverpool) a la hora de retransmitir el partido del Plus. Me pongo de un mal humor

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