Un punto con dos lecturas
El Cádiz regresa por la autopista con los deberes cumplidos… a medias. Cumplidos porque los cinco puntos mensuales correspondientes al mes de Septiembre se han logrado cuando quedan aún dos jornadas de este mes. Sin embargo, la sensación que ha dejado el equipo ha sido bastante más negativa que en jornadas anteriores.El Cádiz salió al Sánchez Pizjuán a contarle al Sevilla el mismo cuento que dejó dormido al Racing de Santander: presión en el centro del campo, seguridad defensiva y contraataques mortales y la historia comenzó bastante bien. El Cádiz era dueño del partido, controlaba el balón y no se dejaba crear peligro. Sólo Jesús Navas hacía temblar por la banda derecha al bueno de Raul López. El joven sevillano se encontró por dos veces con Armando. Pero la opción más peligrosa fue un centro chut de Navas que no encontró rematador paseándose por la línea de porteria. Sin embargo, eran solo arreones de un gran equipo domado. El Cádiz dominaba. Fleurquín, como casi siempre, reinaba en el centro del campo y Enrique y Sesma creaban peligro por las bandas. Pero, sobre todos, en la primera parte destacó Matias Pavoni. El argentino escondió la pelota ante la defensa del Sevilla y condujo todo el juego ofensivo del Cádiz.La primera parte olía a empate cuando un pase en profundidad lo recogió Enrique que encaró a Palop. Cuando estaba para marcar recibió la patada de David. Penalty y ¿expulsión? No. Daudén no fue tan valiente y no se atrevió a expulsar al lateral sevillista. Nos la prometíamos muy felices cuando Paz cogió la pelota y la plantó en el punto de penalty. Los goles de Chapín, contra el Barça B o en el Juan Guedes nos hacían presagiar lo mejor, pero no fue así. Paz, como Roberto Baggio en la final del mundial de Estados Unidos, quiso ajustarla tanto a la escuadra que la mandó arriba. La mejor oportunidad desperdiciada.El mazazo pareció no afectar al Cádiz que salió tras el descanso con el mismo descaro que había concluido la primera parte, pero duró sólo un cuarto de hora. Los cambios de Juande Ramos lograron que el Sevilla se hiciera con el centro del campo. Maresca y Renato, sumados a Martí, se impusieron a Suárez y Fleurquin que no daban abasto. A partir de ahí tocó sufrir… y mucho. Kepa, Luis Fabiano en tres ocasiones, Adriano, Jesús Navas,… Casi una decena de ocasiones acumuló el Sevilla ante la falta de respuesta de los cadistas. Sólo San Armando y su poste izquierdo evitaron la derrota del Cádiz.Los minutos pasaban, el Cádiz renunciaba absolutamente a cualquier posibilidad de juego ofensivo. Los cambios, Benjamín, Estoyanoff y Medina no aportaron absolutamente nada al «once de Chapín». Quizá Lolo anduvo algo más despierto aunque volvió a caer en su excesivo individualismo, pero ni Benjamín ni Medina hicieron nada que merezca recordarse. Lo del uruguayo no sorprende porque desde que llegó parece el hermano gemelo de Nenad, pero Benjamín acumula dos partidos desaparecido. Esperemos que se recupere. Sólo gracias a que De Quintana, Armando y Paz defendieron como titanes se evitó una derrota. No obstante, sumar un punto en el Nervión es algo que no está al alcance de todos y hacer cinco puntos sobre doce tampoco es tarea fácil. De hecho, permite que el Cádiz esté el undécimo, igualado con Barcelona, Betis y Sevilla. Y este domigno visitamos El Sádar. Todo lo que sea sumar seguirá siendo positivo, pero quizá sea necesario mejorar la imagen y aportar algo más en ataque porque la segunda parte del Cádiz ha sido auténticamente para olvidar.
Autor:Ccapital
