Puntazo de oro

ala_cad_03.jpgEl Cádiz consigue un resultado positivo en feudo de un rival directo por la permanencia, combinando una primera parte de fútbol exquisito con una segunda de contención.

 

La tarde comenzaba con sorpresas: el no pocas veces inmovilista entrenador charrúa del Cádiz Víctor Espárrago introducía 5 novedades con respecto al 11 clásico que todo el cadismo canturrea de memoria. ¿Toque de atención tras el resultado del Calderón? ¿Rotaciones para mantener al equipo fresco? ¿Factor sorpresa? La verdad es que la respuesta nunca la sabremos. Lo que sí supimos tras el partido es que en este Cádiz tan homogéneo, los cambios no se notan y el nivel mostrado por el equipo sigue siendo de notable alto.

 

Centrándonos en el partido en si, el Cádiz salió al terreno de juego dando un puñetazo sobre la mesa y se apoderó del control del balón desde el segundo inicial. Según pasaban los minutos, el dominio era cada vez más aplastante y los de Gómez de Cos solo sabían correr como posesos persiguiendo sin éxito alguno las precisas combinaciones de los amarillos. La línea de presión visitante era asfixiante y esto provocaba continuas imprecisiones en los vascos. En el minuto 20 de juego la posesión de los gaditanos rozaba el 65%. Iván Ania, Pavoni y Enrique se movían bien entre líneas y los defensas locales solo podían pararles con faltas.

ala_cad_01.jpg Desgraciadamente, el conjunto amarillo otrora harto efectivo en jugadas a pelota parada, no daba con la tecla y la estrategia moría tristemente en las manos del meta alavesista. Conforme se iba desarrollando el partido, el Cádiz iba creando más peligro y los albiazules cada vez se encontraban más impotentes ante la exhibición de juego de los gaditanos. Ni un bello remate de cabeza de Enrique, ni un centro de Varela desde la línea de fondo, ni un árbitro que no concedió penalti por agarrón al 8 extremeño del Cádiz, ni dos oportunidades claras abortadas por fuera de juego, pudieron plasmar en el marcador la clara superioridad amarilla en los primeros 45 minutos. Así, y con la sensación de haber dejado escapar vivo al contrario, el colegiado del encuentro mandó a los jugadores a la caseta.

 

Una vez reanudado el choque, todo cambió. Evidentemente De Cos, viendo el panorama, decidió quitarse el dominio del Cádiz por la vía rápida y mandó a sus hombres a no tocar más de dos balones seguidos sin antes colgar el balón al área de Armando. El técnico local sabía que si el esféricoala_cad_02.jpg permanecía en el piso, su equipo tenía todas las de perder.  Para ello sacó a Bodipo y colocó a dos delanteros fijos para intentar aprovechar algún balón aéreo, mientras que de esa manera evitaba la presión cadista. El cambio táctico del Alavés, unido al desgaste físico de los gaditanos, provocaron que la segunda parte se convirtiera en un partido de tenis. Los más perjudicados, los espectadores.

 

Ante la propuesta de bombear balones de De Cos, el técnico cadista reaccionó con la salida de Paz al terreno de juego para reforzar la zaga amarilla. Con dicho movimiento táctico, el charrúa se aseguraba el empate ya que con los argumentos que pretendía ganar el partido el cuadro local, solo una desgracia podría habernos hecho perder el choque. 

 

En los últimos minutos, el Cádiz sacó la calculadora y decidió pulsar el botón de más uno, que para muchos, y tras el primer tiempo puede parecer a poco. Sin embargo,  les recuerdo a aquellos que puedan criticar la actitud de Espárrago de ayer, que no hace poco teníamos a un entrenador que haciendo las mismas primeras partes que las de ayer, casi siempre se venía de vacío a Cádiz (Recreativo 1-Cádiz 0; Córdoba 1-Cádiz 0; Rayo 2-Cádiz 0; Levante 2-Cádiz 1; Poli 1-Cádiz 0). Y casualidades de la vida… todos alababan su valentía. Pues queridos amigos, yo prefiero un punto cobarde, que ninguno valiente; y por cierto, eso de corbade… tendríamos que discutirlo muy profundamente  por que yo, honestamente, no lo tengo nada claro.

 

 

Autor:Roberto Rivero

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