Más negro que rosa
Según contaba hace algunas semanas el futuro exentrenador del Cádiz (lo ha dejado más que entrever el Presidente tras el partido), lo ideal de un partido de Segunda División es ponerse con el marcador a favor y, a partir de ahí conservar el resultado. Eso es la teoría, pero para eso hay que saber aguantar el balón, tener los sistemas defensivos bien trabajados, cuidar las jugadas a balón parado en contra, tener un portero de garantías y lanzar bien los contraataques. Y nada de eso lo tiene el Cádiz de esta temporada.Porque la teoría se rompe cuando el Cádiz inicia el partido y en un cuarto de hora se pone con 0 a 2 a su favor. El primero lo hizo Jonathan Sesma tras una excelente jugada de Nano cuyo remate Roberto despejó. En el rechace Sesma hizo el 0 a 1. Poco después, la sorpresa completa: el Cádiz hacía un gol a balón parado y se ponía, por segunda vez en lo que va de curso con un marcador con dos goles a su favor. Fue a la salida de un córner botado por Nano y César Caneda remató a la red. Por un segundo, dio la impresión de que este Cádiz no era el mismo que estábamos viendo en esta temporada.
El partido parecía muerto cuando Ontanaya López señaló penalti a favor del Cádiz por agarrón a Óscar de Paula en un centro desde la banda derecha. Paz tuvo la resolución definitiva en sus pies pero envió el balón al larguero. Si el fútbol es un estado de ánimo, el fallo del penalti sirvió de espoleta al Sporting y comenzó a dibujar la desaparición absoluta del Cádiz.Los amarillos no fueron capaces de tener la pelota, de dormir el partido, de echarle oficio al asunto. El jefe de operaciones volvió a ser un Miguel García que sólo sabe repartir el balón con pelotazos. Nadie ponía cabeza al juego y el Cádiz se iba encerrando en su área poco a poco.En estas, el primero del Sporting, el primero a centro desde la derecha, el primero en remate desde la frontal del área pequeña de Armando. David Barral aprovechó el primer desajuste defensivo, tras empujar con picardía a Fleurquin, para rematar de cabeza a gol. Las piernas cadistas comenzaban a temblar y en cuatro minutos Paz cometió su segundo error grave en la primera mitad y dejó que Congo se internara para, tras una buena jugada, cedérsela a Diego Castro que hizo el empate.
El Sporting seguía hacia arriba y Armando demostraba porqué es el segundo portero más goleado de la Segunda División. Jugada por el centro de la defensa cadista, tiro de Castro y Armando que la pone perfecta para que Gerardo haga el tercero.Cuando todo parecía perdido, con el Cádiz hundido tras haber sufrido la remontada, Óscar de Paula se inventó una jugada de la nada y le dio el balón a Jonathan Sesma para hacer el empate. Al vestuario con tres a tres y un partido nuevo para la segunda parte.Sólo necesitó el Sporting cinco minutos de la segunda mitad para volver a hurgar en la misma herida del Cádiz. De nuevo desde la banda derecha de la defensa cadista, el centro de Diego Castro y el remate de Congo que superó con holgura a Abraham Paz. 
Otra vez tocaba remontar y se consiguió, de penalti. Acuña robó un balón, lo único positivo que hizo perdido en la banda derecha sin saber atacar desde allí ni defender su posición, se internó en el área y fue derribado por Míchel sobre la cal. Paz no falló por segunda vez e hizo el empate a cuatro. Pero se veía que si alguien podía ganar el partido era el Sporting.Y así fue. Un nuevo centro desde la banda derecha de la defensa cadista, esta vez tras una falta botada por Gerardo, y Jorge remata, de nuevo, en la frontal del área pequeña de Armando. El tercero que le hacían al Cádiz de cabeza. Suerte que los largueros de las porterías de El Molinón están bien ajustados porque si se hubieran caido le habrían hecho mucho daño a Armando. El de Sopelana ha demostrado que el primer fichaje de invierno debe ser un portero de garantías o que el Cádiz debe apostar por Dani Miguélez. Seguir acumulando goles por culpa de alguien que ya está en el declive de su carrera es un sinsentido. Si al Cádiz le tienen que hacer goles por culpa de su portero, que sea para formar a uno de garantías para el futuro. Y ahí entra a la perfección Dani Miguélez.
Tal como estaba el partido quedaba un mundo y más aún con Lucas Lobos sobre el campo, pero el Sporting demostró el oficio que no había tenido en las oportunidades anteriores. Diego Castro hacía lo que quería con César Caneda y será comprensible que Vella se sienta perseguido si no juega ante Las Palmas.La entrega del partido al Sporting fue total cuando Oliverio Álvarez, con su astucia habitual, sustituyó a De Paula, el mejor jugador del Cádiz sobre el césped, por el Cacique Medina. A partir de ahí, lo poco que quedaba de los amarillos se perdió y el Cádiz no volvió a tener ocasión para empatar. Lo del uruguayo clama al cielo y esperemos que regrese a su Montevideo antes del 2007.Partido increíble el que se ha visto en El Molinón que ha vuelto a demostrar que la falta de experiencia del cuerpo técnico del Cádiz se transmite a sus jugadores. De nuevo en tierra de nadie y, como la camiseta del partido de Gijón, con más negro que rosa.
Autor:JG del Valle
