La Otra Cara de la Moneda

Lo que es el fútbol. Un simple detalle te lleva del cero al infinito y viceversa y esta vez la tómbola en la que se ha convertido la segunda división ha sonreído a los de Espárrago. Que nadie me mal entienda. El término “tómbola” no lo utilizo porque hoy el Cádiz no mereciera ganar…sino por que en una categoría de nivel tan parejo, ciertos factores que solo son manejados por el azar, resultan decisivos para los resultados finales de las contiendas. El día del Real Murcia (Oli a bocajarro), del Sporting (Paz solo de cabeza), del Recreativo (Sesma a placer), no hubo acierto, sin embargo hoy si se acertó; diferencia: hoy sumamos 3 y en los otros nada o casi nada. Así de sencillo.En lo que concierne al choque en si, el partido se desarrolló por los derroteros esperados: el Cádiz presionando con intensidad arriba y muy serio atrás, y el Celta intentando jugar de salón pero sin profundidad alguna.

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El Celta cayó después de siete triunfos.

El conjunto gaditano, gracias a la eficacia de su presión, se acercó tímidamente a la portería de Pinto, pero fueron los gallegos los que en el minuto 25 dispusieron de su única ocasión de gol en todo el partido. Jugada por banda izquierda, despiste defensivo y Armando saca bajo palos un envenenado cabezazo del lateral zurdo celtiña Roger. Ahí se acabo el veneno gallego. El orden defensivo de los gaditanos y la inoperancia viguesa provocaron que los ataques de los celestes murieran sin remisión alguna en las manos de Armando. Viendo el panorama, los amarillos se fueron viniendo arriba y ya antes del descanso, tanto Fleurquin, de estupendo trallazo, y Paz de cabezazo a falta botada por Enrique, pusieron el “¡¡¡¡¡uyyyyy!!!!” en las gargantas de los 500 aficionados amarillos que teñían de gaditano las poco pobladas gradas de Balaídos.

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Fleurquin, de los mejores, un acierto su elección.

Tras el descanso, la inercia del juego hacía que el Cádiz se sintiera cada vez más cómodo. Ya en el minuto 13, Sesma volvió a perdonar en boca de gol un tanto cantado. Solo su obcecación en hacer difícil lo fácil, impidió a los cadistas conseguir adelantarse en el electrónico.Sin embargo, solo tres minutos después, otra falta botada por el incisivo Enrique, la enganchó Oli y el rechace del larguero lo cazó De Quintana en la misma raya de gol y lo envió al fondo de las mallas.

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Dos cadistas contentos que lo disfrutaron in situ

A partir de ese instante, el Cádiz jugó con un oficio extraordinario y no permitió que los gallegos se acercaran con peligro al marco de Armando. Solo la tensión de la incertidumbre del marcador y el achuchón final del conjunto de casa en busca del empate, más por inercia que por buen juego, provocó que los gaditanos sufrieran hasta el final. Incluso en las postrimerías del choque, los gaditanos sentenciaron tras transformar Pérez un penalti cometido sobre Bezares que además supuso al expulsión del meta céltico Pinto.En definitiva, tres puntos más que sirven sobretodo para templar los ánimos de los más pesimistas, además de para seguir una semana más en los puestos de arriba de la tabla de clasificación. Felicidades a todos.Celta de Vigo -0-: Pinto; Ángel, Berizzo, Sergio, Roger; Oubiña (Nagore), Borja, Capucho (Giovanella), Gustavo López; Jandro y Vryzas. Cádiz -2-: Armando, Velázquez, Paz, De Quintana, Varela; Suárez, Fleurquin (Bezares), Enrique (De Gomar), Sesma; Pavoni y Oli (Manolo Pérez). por Roberto Rivero, cadista fin@ enviado especial en Zidac’s

Autor:Roberto Rivero

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