Una lástima

La eliminación del equipo la noche de ayer de la Copa Federación a manos del Granada CF fue una auténtica lástima…   inicial.jpg Era un torneo que como competición carecía totalmente de valor (ya que era un engañabobos más del señor Villar y el premio económico no llegaba ni para pagar un par de fichas de la primera plantilla cadista) pero que su importancia radicaba en poder calibrar el nivel de los menos habituales y de los canteranos. Era una gran oportunidad para que gente como David García o Bezares, que suelen ir en las convocatorias de Gracia, pudieran ser titulares y demostrar que tienen cosas que aportar al equipo en caso de necesidad. Para que Rubiato demostrara que en caso de que falte Toedtli él puede ser el “9” del equipo. Para que Rosu fuera cogiendo poco a poco forma y se sintiera integrado dentro del grupo o para que lesionados como De la Cuesta entraran poco a poco en la dinámica de partidos, cogieran ritmo y así pudieran ayudar al equipo en la Liga a posteriori, que es lo verdaderamente importante. También era un partido para que gente que actúa con el equipo filial como Bienve, Manu Barreiro o Juanito demostraran que en caso de necesidad el técnico puede contar con ellos. Aparte, estos partidos les podía servir como motivador para hacerlo mejor en el filial para ir con el primer equipo a modo de “premio”. Quizás para mí lo más importante de este torneo para los futbolistas del filial era el hecho de que podían vestir la camiseta del Cádiz y saber qué era eso.

 cadiz_rubiato_1.jpg
 Rubiato y su lesión, la nota negativa.Foto: P.Ortega-cadistasfinos.com

Las declaraciones del rumano Rosu y de David García antes del partido reseñaban la importancia (al menos relativa) que para estos jugadores tenía el torneo (mayor en el caso del rumano que del ex del Nástic de Tarragona, puesto que no suele entrar en las convocatorias de Gracia) aunque para mí las declaraciones del extremo (alegando que era un torneo que en caso de llegar a la final cualquiera querría jugar e incluso ganarla) me parecen un poco carentes de sentido. La importancia que este torneo era esa: que los menos habituales se sintieran integrados, que jugaran “su” competición y poco más. El partido de ayer fue un partido loco que tuvo (aparte de la eliminación) una noticia mala y otra bastante buena. La mala, la posible lesión de Rubiato al sufrir un golpe en el pómulo, que según parece no va a apartar al delantero de la convocatoria del encuentro ante el Jaén. La buena, que Fran Cortés estuvo espectacular, marcó por vez primera en Carranza y cada partido que juega está mejor. Ahora, queda la Liga (que es lo verdaderamente importante) y el partido del fin de semana ante el Jaén (que de ganarlo sería verdaderamente un golpe sobre la mesa puesto que se dejaría a los jiennenses a 14 puntos…) pero una oportunidad como esta de calibrar al resto de la plantilla ya no la va a tener más el Cádiz. Una lástima…

Autor:Belmonte

También te podría gustar...