Un golazo: ¿Evitable?

logo_small_new.gifgol_cani.jpgMarcos Alonso, el ahora entrenador del Real Valladolid, bajó al Real Zaragoza a Segunda. Eso sí, toda La Romareda le recuerda también por otro motivo. Fue el que hizo debutar a Rubén Gracia Calmache ‘Cani’. Un gran futbolista. Una gran jugada. Un gran gol. ¿Pero fue evitable el gol que nos dejó la misma cara de tontos que nos pintó Arango o Vicente? Lo primero que llama la atención al ver la imagen de la derecha, es lo bien armada que está la defensa en el momento del disparo de Cani. De hecho, el entramado defensivo ayer fue lo mejor del Cádiz. Ni una sola vez, y ya van muchos partidos con esta tónica, los atacantes rivales supieron ganarle la espalda a la zaga. La jugada nace delante justo de las narices de Espárrago. Nuestro Víctor fue testigo directo de cómo el capitán maño se zafó de Bezares y Ania. Todos los que vimos la jugada en directo sabíamos que el 8 llevaba la puerta entre ceja y ceja. Aunque por delante suya tenia a Diego Milito, y a Oscar en la izquierda, iba a disparar. Se intuía por su forma de conducir. Quizás el achique de Fleurquin, al que rompió la cintura, fue lo peor defendido del lance. También Bezares, que llevaba diez minutos en la cancha, pudo haber hecho imposible la progresión de Cani. No obstante, De la Cuesta llegó a tiempo de tapar el disparo que se producía a una distancia aproximada de de diez metros alejado del borde del área. Varela, Raúl y De Quintana, todos bien situados, tapaban cualquier otra opción atacante. Incluso nuestro capitán seguro estuvo tentado de querer desviar la trayectoria. Le pasó cerca. Pero Armando vería venir el disparo pensó. Su experiencia seguro le decía tendría que actuar. Es cierto que el balón da un bote justo antes de que llegase a su altura, pero también da la impresión de que nuestro cancerbero está un poco vencido. En cualquier caso, la dureza del disparo, lo ajustado a la cepa del poste, que el terreno estuviera rápido por el relente, y la velocidad con la que Cani armó la pierna son aspectos indudables a considerar. Entonces, ¿se podía haber evitado el gol del empate? Si, sin duda, como todos los goles, unos con más claridad que otros. Pero los desaciertos (que no errores) se pagan. O lo que es lo mismo. Los aciertos tienen su premio. En este caso es más acierto de Cani. Todo un jugadorazo, a pesar de que ayer hasta el minuto 68 no había dejado ninguna señal para los que no lo conocían. Lo que si me llama la atención, y entiendo es algo que nos debe hacer pensar, es que la jugada que analizo, al fin y al cabo una contra del Zaragoza, ocurriese a falta de 22 minutos para el final y con ventaja en el marcador. Una lástima.  El partido estaba controlado… aunque más lo estaba con Suárez por delante de la defensa y con Enrique buscándole  la segunda amarilla a Toledo.

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