La letra con sangre entra

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Si hace un año nos dicen que íbamos a estar un año después, en marzo, los penúltimos de la liga de la primera división a dos puntos de la salvación y a cinco puntos del 12º clasificado, cuando faltaran once jornadas, creo que salvo algún «despistado» todos lo hubiéramos firmado.

Que estamos disfrutando de esta temporada, nadie tampoco lo discute, y que esta liga la recordaremos durante mucho tiempo, por actos puntuales, tampoco. Como en la milicia, la experiencia y los años de antigüedad son un grado superlativo cuando se trata de enfrentarse a rivales, que ya de por si son superiores, deportivamente hablando.

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El Cádiz volvió a perder dando más facilidades de la cuenta. «La letra con sangre entra»: Ya no se abre más una barrera, pero… debemos seguir aprendiendo

Me acuerdo del gol de falta de Arango, en minutos finales, con su equipo en inferioridad casi todo el encuentro (perdimos); recuerdo la pifiada de De Quintana en el Bernabéu, cuando ganábamos en Madrid, demostrando control y orden todo el partido ( perdimos); también del hurto de Rafa Guerrero en Villarreal, cuando no nos dejaron sumar tres puntos que habíamos merecido (empatamos); me acuerdo cuando Armando se resbaló e hizo penalti absurdo ante el Racing (empatamos); se me viene a la memoria el gol que el propio Armando no supo pararle al viento de Levante, en tiro de Vicente, y el remate al poste de larguero con Cañizares batido (perdimos) ; me acuerdo ahora de Bertrán y su desafortunado debú en Anoeta, dando el primer gol en bandeja (perdimos); he visto esta temporada en Sevilla fallar un penalti a Paz y clarísimas ocasiones de gol a nuestros delanteros en el Lopera; del partido en casa ante Osasuna hace poco tiempo y todos nos acordamos de los garrafales fallos en primeros dos goles de los navarros; esta jornada, Limia, ha querido emular a Gardel y no ha cesado de cantar (perdimos en descuento).

¿Coincidencias? ¿Expedientes X? ¿Por qué narices no sacamos más partido a nuestro juego durante los minutos?

Preguntas que sólo sirven para que los medios de comunicación tengan carnaza durante toda la semana, y para que los oportunistas y carroñeros suban y bajan la escalera, en función del resultado de la jornada.

No soy de los que más exige a nuestra plantilla. Consciente de nuestras limitaciones presupuestarias, se ha confeccionado un equipo decente y con la única meta de intentar conseguir la permanencia. Pero el camino está siendo duro, demasiado castigo para nuestro equipo. Demasiadas veces que nos quedamos con la miel en los labios, y casi siempre en últimos instantes. Seguro que el año que viene en Primera, tendremos otros errores, pero estos seguro que no, porque soy de los que creo que en las derrotas es cuando más se aprende. La letra con sangre entra.

Foto: Perico para cadistasfinos.com

Autor:Cadictus

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