Compra de partidos: En Grecia, si; en España, no

El Olympiakos Volus, equipo griego por el que acababa de fichar Javier Gracia (anteriormente entrenador del Cádiz) y que pretendió a Daniel Cifuentes, ha sido condenado por la justicia deportiva helena a descender de categoría. Este equipo, que había logrado clasificarse para la UEFA Europa League, deberá jugar la próxima campaña en la Segunda División por culpa del amaño de partidos, por el que ya fue suspendido su presidente, Achilleas Beos. gracia_catavino.jpgMala suerte la de Javi Gracia en su aventura griega. Puede abortarse por causas ajenas a él Se trata de un caso por el que también ha perdido la categoría el Kavala, club en el que militó la pasada campaña Batholomew Ogbeche. Muy mala noticia para Javier Gracia, gran entrenador y mejor persona, que no esperaba este contratiempo cuando firmó por el Volus. Buena noticia, en cambio, para el fútbol en general. Los griegos han dado toda una lección de seriedad con esta decisión, dando un mensaje muy claro: tonterías las justas. No hay barra libre para hacer trampas. No se premia al tramposo. El que la hace, la paga. Se hablaba de sancionar al Olympiakos Volus sin disputar competiciones europeas, en ningún caso de descenso administrativo. La decisión, tajante, es todo un mensaje para los posibles tramposos. Que nadie más lo intente. Habrá que ver cómo actuarán en Turquía, donde el título de Copa logrado por el Besiktas de Guti se encuentra bajo sospecha. Pero el paso dado por la Federación griega es importante, siguiendo las pautas de Italia (con el tristemente célebre “Moggi Gate”) o Alemania (con el amaño arbitral de partidos) Toda una lección por parte de un país cuya Superliga dista mucho de ser brillante y fuerte, pero que aboga por cumplir con la reglamentación y por no pervertir la competición.Lo contrario que España. Lo ocurrido en Grecia con el Olympiakos Volus o el Kavala debe servir para mirarnos en el espejo, para terminar de darnos cuenta de que nuestra RFEF dista mucho de ser seria, de ser justa. El pasado verano fue tristemente protagonista el Hércules. También su presidente, Enrique Ortiz. Su capitán, Tote. Y el cancerbero del Córdoba, Raúl Navas. En un país serio se hubiera producido el descenso administrativo de herculanos y cordobeses. En España, no. A pesar de haber pruebas concluyentes de que hubo amaño. A pesar de tener grabaciones. recorte_caso_hercules.JPGEste año también ha ocurrido, en relación con Segunda División B, un caso que llama cuanto menos la atención, si bien no es tan sangrante como el del Hércules. La RFEF ha intentado salvar como ha podido al Castellón, histórico del fútbol nacional sumido en una grave crisis económica. Descendido por impagos a Tercera División, el Castellón estuvo cerca de ser indultado por el órgano rector del fútbol español. Más tarde, dados los problemas del Sporting Villanueva, la RFEF llegó a ofrecerle a la entidad castellonense la plaza en Segunda B de dicho equipo extremeño. No se dieron tantas facilidades, hace unos años, a Granada y Real Oviedo para evitar el descenso administrativo a Tercera División. ¿Por qué al Castellón sí, cuando los otros dos equipos que dieron con sus huesos en Tercera también eran históricos?Mientras que en Grecia, que tiene una Superliga de segunda, se castiga al tramposo, en España se le premia. El Hércules disfrutó de un año en Primera División, con un equipo plagado de estrellas y el Córdoba se mantuvo cómodamente en Segunda División. En España, parece que todo vale. Vamos, una vez más, a contracorriente, ajenos a la realidad europea. En Italia a nadie le tembló la mano para mandar a la Juventus de Turín (que había ganado el Scudetto) a la Serie B. En Grecia, a nadie le ha temblado la mano para mandar al Olympiakos Volus (que iba a representar a los helenos en competiciones europeas) a Segunda División. ¿Qué hace falta que pase en España para que se castigue a los tramposos?

Autor:Belmonte

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